Tres tripulantes de una embarcación de recreo de nacionalidad belga murieron ayer y otros tres se encuentran a salvo tras chocar su nave contra las rocas en la zona de es Caló de Formentera. Las seis personas que viajaban en la nave, llamada Be happy, eran cuatro amigos y una pareja, de los que fallecieron dos hombres y una mujer, y sobrevivieron dos mujeres y un hombre que tuvieron que ser atendidos por dos psicólogos del Consell Insular de Formentera y el servicio de Psiquiatría del hospital de la isla.

Los vecinos de Formentera, especialmente los de la localidad de es Caló, siguen conmocionados desde ayer por la mañana por el trágico naufragio que sufrió el velero, Be happy, de 11 metros de eslora y bandera francesa al hacerse literalmente añicos contra la costa rocosa de esta localidad con el trágico resultado de tres personas muertas, ahogadas, y tres supervivientes con hipotermia heridas leves que fueron dados de alta.

Los fallecidos, entre 45 y 50 años, son dos varones y una mujer y los supervivientes, de la misma edad, son dos mujeres y un hombre todos de nacionalidad belga que fueron en el Hospital de Formentera. Las principales secuelas fueron psicológicas por los que los especialistas del Consell de Formentera y del propio Hospital los atendieron y acompañaron durante toda la jornada. Dos de los heridos fueron dados de alta por la mañana y un tercero seguía siendo atendido por los psicólogos al cierre de esta edición.

Los supervivientes del naufragio pudieron salvar sus vidas gracias a la rápida actuación de dos vecinos de es Caló y de un turista, bombero de Valencia, que se alojaba en un establecimiento de la zona, y que fueron los primeros en acudir al rescate sobre las 7 horas de ayer. Mientras tanto los vecinos avisaron del accidente al 112.

Enseguida acudieron a la zona, por tierra, la Guardia Civil, la Policía Local y los bomberos, y por aire y mar todos los medios de rescate del Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo, alertados de que el velero francés Finiye estaba embarrancado y destrozándose contra las rocas en es Caló.

De hecho cuando sucedió el trágico accidente se produjo cierta confusión respecto a la nacionalidad de los tripulantes y el nombre del velero que finalmente se llamaba Be happy, aunque la radio baliza que se activó automáticamente en el centro de control de Salvamento Marítimo en Madrid estaba a nombre del Finiye.

Los testimonios recogidos por este periódico por parte de las personas que acudieron en un primer momento al rescate coinciden y no dejan resquicio a la duda. En la tarde del pasado jueves los vientos dominantes eran del suroeste por lo que la zona de fondeo de es Caló era la más segura por la tarde. Sin embargo, el parte meteorológico era claro previendo un empeoramiento del tiempo en esa zona. La previsión a partir de las 24 horas de ayer era de que el viento rolaría a norte, con rachas de hasta 60 kilómetros hora, con marejada a fuerte marejada y olas de hasta dos metros.

En la tarde del jueves los vecinos de es Caló vieron cómo las siete embarcaciones que estaban fondeadas se retiraban de la zona, seguramente en busca de un mejor refugio atendiendo al aviso de temporal. Sin embargo no les dejó de sorprender la aparición, sobre las 20 horas, del Be happy que fondeó a unos 150 metros de la costa rocosa de es Caló. Allí pasó toda la noche hasta el amanecer cuando se produjo el accidente.

Sobre las ocho horas apareció el helicóptero Helimer 213, que con gran destreza por parte de los rescatadores sacaron del agua, entre olas y restos de la embarcación a los tres fallecidos que trasladaron al Hospital de Formentera. Los servicios fúnebres acudieron al lugar para trasladar los cuerpos al depósito.

El presidente del Consell de Formentera, Jaume Ferrer, estuvo presente en la zona desde primera hora. Por su parte, el delegado insular de la Administración general del Estado, Roger Sales, se desplazó sobre las 14 horas de ayer a la zona del naufragio y ofreció todo el apoyo a las personas que han sobrevivido al naufragio.

Los tres supervivientes del hundimiento del velero fueron dados de alta, dos de ellos a las 13.35 horas. Según informaron desde el Área de Salud, se trataba de una de las mujeres rescatadas y el varón. La otra mujer fue dada de alta a las 15.00 horas tras permanecer más tiempo ingresada por la necesidad de ser atendida psicológicamente, ya que era la pareja de uno de los fallecidos.

Los tres rescatados, de nacionalidad belga y de unos 50 años, fueron trasladados al Hospital de Formentera para ser atendidos de hipotermia y algunas policontusiones. De inmediato, también fueron atendidos por el servicio de Psiquiatría tanto del Hospital de Formentera como por psicólogos del Consell para ayudarles a superar el shock. Una de las personas rescatadas era la pareja de uno de los fallecidos.

Los tres tripulantes que fueron rescatados sufrían hipotermia, y fueron trasladados al hospital de Formentera. Según el parte médico, todos ellos estaban conscientes, orientados y hemodinámicamente estables. El Área de Salud precisa que los tres han sufrido una hipotermia leve y policontusiones y su pronóstico era leve.

El presidente del Consell de Formentera, Jaume Ferrer, expresó el pésame a los supervivientes, los familiares y amigos de los fallecidos y anunció tres días de luto oficial y un minuto de silencio el lunes.