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La Policía Local denunció a los agentes acusados de torturas

La Jefatura llevó a cabo una investigación interna de oficio, que remitió luego al juzgado, y expedientó a los implicados - La cámara de seguridad grabó la agresión al detenido

Los hechos ocurrieron en mayo de 2011 en los calabozos del cuartel de Sant Ferran, en Palma. a. fernández

La Policía Local de Palma denunció a los cuatro agentes acusados de torturar a un detenido en 2011, que serán juzgados la semana próxima y se enfrentan a penas de entre uno y cuatro años de prisión. La Jefatura del cuerpo, dirigido entonces por Nicolás Herrero, promovió una investigación interna, de oficio y sin que la víctima hubiera denunciado lo ocurrido. Los implicados fueron expedientados, se les retiró la placa y el arma y se les suspendió de empleo y sueldo durante varias semanas. Herrero remitió al juzgado un informe sobre lo ocurrido en el que se incluía la grabación de las cámaras de seguridad de Sant Ferran, en la que se veía cómo uno de los policías pateaba al detenido.

Los hechos ocurrieron en la madrugada del 26 de mayo de 2011, cuando varios agentes del Grup d'Actuació Preventiva (GAP) y de la Unitat Nocturna se reunieron en los calabozos del cuartel de Sant Ferran. Allí se encontraba arrestado un hombre, acusado de conducir ebrio y de enfrentarse a los policías.

Según sostiene el fiscal, uno de los agentes aprovechó que el detenido estaba esposado, con las manos sujetas por debajo de una silla, para propinarle dos patadas en la cabeza. Uno de los presentes giró entonces una cámara de videovigilancia para evitar que siguiera captando la escena, tras lo que la víctima supuestamente recibió otra patada en la pierna.

Los mandos policiales tuvieron conocimiento de los hechos y abrieron de inmediato una investigación interna. Tras confirmar que se había producido una agresión, el intendente jefe Herrero remitió el 22 de junio un informe al juzgado de instrucción número 3 de Palma. En él figuraba una copia de la grabación de las cámaras de seguridad en la que se aprecia claramente cómo uno de los agentes agrede al arrestado sin que el resto lo evite.

Además, se abrió un expediente disciplinario por falta muy grave a dos oficiales y un policía, que fueron suspendidos de empleo y sueldo y se les retiró las placas y las armas. El juez exoneró en junio a uno de estos agentes, al que se le levantaron las medidas cautelares, pero imputó a otros dos, quienes fueron expedientados.

El procedimiento judicial ha culminado con el procesamiento de cuatro agentes, que serán juzgados el próximo martes en la Audiencia Provincial de Palma. El policía acusado de cometer las agresiones, imputado por delitos de lesiones y contra la integridad moral con la agravante de alevosía, se enfrenta a una petición fiscal de cuatro años de cárcel y tres de inhabilitación para empleo público. Además, la fiscalía pide que indemnice a la víctima con 480 euros por las heridas que le causó en la cara, la mandíbula y una mano.

Los otros tres policías que se sentarán en el banquillo están acusados de haber presenciado la agresión sin hacer nada para impedirla. El ministerio público solicita para ellos sendas condenas de un año de cárcel y dos de inhabilitación.

Uno de estos agentes, el que al parecer giró la cámara de seguridad para ocultar los hechos, está imputado y llegó a ser detenido en otras dos causas abiertas por corrupción policial: la de los Ángeles del Infierno y la de la Playa de Palma.

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