La Guardia Civil y la Policía Nacional movilizó a numerosos efectivos al Dique del Oeste el martes por la noche para identificar a todos los rescatados del Sorrento e iniciar las primeras pesquisas para determinar el origen del fuego.

A su llegada al puerto, los náufragos del Sorrento se encontraron en la estación marítima número 5 con tres filtros distintos. El primero estaba formado por sanitarios, dispuestos a atender a personas que necesitaran atención médica. Los servicios de la Cruz Roja atendieron allí a trece personas que habían sufrido golpes o intoxicación por humo.

Tras ellos había un segundo control, formado por agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional, que identificaron a todos los rescatados, diferenciando entre tripulantes y pasajeros, y comprobaron que sus nombres coincidían con el listado facilitado por la compañía. En el tercer filtro se les realizó a todos ellos una primera entrevista. Se trataba de buscar a testigos que pudieran aportar algún dato sobre el lugar donde comenzó o las causas del fuego.

Para ello la Guardia Civil movilizó a todos los efectivos de la Unidad de Policía Judicial. Pese a que la investigación está en manos del Grupo de Delitos contra las Personas, en las primeras tareas colaboraron todos los grupos disponibles, como los antidroga o el de menores. Contaban también con ayuda de patrullas del puerto y el aeropuerto. En total, más de sesenta guardias.

La Policía Nacional movilizó también a varias decenas de agentes de la Brigada de Seguridad Ciudadana y de la Brigada de Extrangería y Documentación. Estos últimos se encargaron de aportar documentos provisionales a aquellos que hubieran perdido los suyos durante el rescate.

La investigación sobre el origen del incendio estaba ayer en un estado absolutamente embrionario. Tan solo se había determinado que las llamas comenzaron en el garaje de la cubierta 4, de lo que se presumía que se pudo iniciar en uno de los vehículos. En estas diligencias serán fundamentales la inspección ocular que los expertos realicen en el interior del buque.

Al menos cinco seguros son los que, por lo general, cubren los riesgos y los daños que puede provocar un ferry como el Sorrento. El primero, y uno de los más cuantiosos, se contrata por el propio armador. El segundo seguro de un ferry es el denominado "P&I", por las siglas en inglés de Protection and Indemnity, que cubre los daños a terceros del buque. Después de estos dos seguros, existen al menos otros tres indirectos, que serían contratados por la compañía que cubre la ruta: el de pasajeros, el de mercancías y el de responsabilidad civil.