La Guardia Civil se ha solidarizado con un niño de cinco años afectado por la enfermedad de Sandhoff. A finales del año pasado, la familia pidió la colaboración a un agente. Y el pasado día 13 le entregaron 1.000 euros a sus padres recaudados gracias a la recogida de tapones de plástico y con donativos en la venta de calendarios.