Un indigente degolló ayer a otro de una cuchillada durante una reyerta en un paraje repleto de casas abandonadas del Secar de la Real. Tres testigos presenciaron la agresión mortal y la denunciaron. Agentes de la Policía Local detuvieron poco después al presunto autor del crimen.

Los hechos se produjeron poco después de las seis de la tarde de ayer a la altura del número 43 de la calle Joan Mascaró i Fornés, en el barrio palmesano del Secar de la Real. Al parecer, una acalorada reyerta se inició entre dos indigentes que habitan las casas abandonadas de la zona.

En un momento dado, uno de ellos agarró un cuchillo y le degolló con él. La víctima falleció poco después. Otros tres indigentes que se encontraban en la zona presenciaron atónitos el crimen y no dudaron en denunciarlo.

Varios furgones de la Policía Local de Palma acudieron rápidamente al lugar y extremaron las precauciones, al ser alertados de que el presunto autor del crimen se encontraba atrincherado. Efectivos de la Unitat de Seguretat Integral (Usei) y de la Unitat d'Intervenció Immediata (UII) se adentraron con sumo cuidado en la vivienda. Finalmente, los agentes detuvieron al sujeto.

Una UVI móvil del Ib-salut se personó poco después en el lugar. Los facultativos hicieron denodados esfuerzos por tratar de reanimar a la víctima, pero resultaron vanos. La cuchillada le había provocado una hemorragia masiva y las asistencias sanitarias se vieron obligadas a certificar su defunción.

Mientras tanto, otros agentes de la Policía Local se encargó de cortar el tráfico de la calle Joan Mascaró i Fornés en ambos sentidos. Una vez que el sospechoso había sido arrestado, los policías fueron abriendo gradualmente el tráfico a los vehículos.

Un grupo de chatarreros

Al parecer, estas casas abandonadas llevan habitadas desde hace un año y medio por unas cinco personas, españoles y magrebíes. "Todos ellos se dedican a la chatarra. Hasta ahora no han causado ningún problema ni he notado nada raro", apuntó un vecino.

A continuación, agentes del Grupo de Homicidios del Cuerpo Nacional de Policía se personaron en el número 43 de la calle Joan Mascaró i Fornés y se encargaron de la investigación del crimen. No obstante, el presunto autor de la cuchillada mortal fue trasladado en un furgón de la Policía Local hasta los calabozos del cuartel de Sant Ferran.

Los investigadores tuvieron que hacer uso de linternas para completar la inspección ocular de la escena del crimen. Una vez completada, la juez ordenó el levantamiento del cadáver y los servicios funerarios lo trasladaron al Instituto Anatómico Forense para hacerle la autopsia.