El hombre al que un jurado popular consideró el pasado 19 de febrero culpable del asesinato de un amigo en Maó porque tenía celos de la relación que mantenía con su esposa ha sido condenado a 15 años de prisión.

La presidenta del tribunal del jurado de la Audiencia de Palma, Ana Cameselle, ha condenado también a Willi Fernando C.I., de 36 años, a indemnizar a los padres de su víctima con 60.000 euros y a su viuda con 15.000 euros.

Los hechos que el jurado consideró constitutivos del delito de asesinato se produjeron en abril de 2013 en la vivienda de la víctima, de 23 años, a quien su amigo acuchilló hasta la muerte tras discutir por la relación que tenía con su esposa.

No obstante, los miembros del tribunal popular apreciaron la concurrencia de la circunstancia atenuante de ligera disminución de la voluntad a causa de los celos, dado que el condenado padece un trastorno paranoide de personalidad.

Por ello, la fiscalía y la acusación popular redujeron su petición inicial de condena de 19 a 17,5 años de privación de libertad.

La jueza, en consonancia con la defensa del encausado, le ha impuesto la menor de las penas posibles dada la calificación de los hechos, que permitía una condena de entre 15 y 17,5 años.

La magistrada entiende que, "dentro de la gravedad intrínseca del propio delito, debe imponerse la pena mínima, pues ni los antecedentes del sujeto, ni la secuencia de hechos, ni los motivos que concurrieron aconsejan mayor penalidad".

En la sentencia se constata que Willi Fernando C.I., colombiano, atacó a su amigo, de nacionalidad marroquí, primero con un cuchillo de podar que llevó consigo al domicilio de su víctima y después con un cuchillo de 31 centímetros de hoja que encontró en la cocina.

Le asaltó "de modo repentino e inesperado" con el ánimo de acabar con su vida y sin darle ocasión a oponer residencia, como puso de manifiesto el hecho, destacado en el veredicto, de que el agresor no presentaba ninguna herida.

En la resolución, la jueza subraya también que "el detonante de tal brutal ataque" fue que Willi Fernando vio en el apartamento de su víctima una botella y unas copas de vino que su amigo había compartido previamente con su esposa.