El acceso a Sóller desde Palma quedó ayer noche cortado por riesgo de desprendimientos de rocas. La carretera MA-11 fue cerrada entre los kilómetros 16 y 29, desde las afueras de Bunyola hasta la entrada al pueblo de la Vall. Así, el túnel y el Coll quedaron inutilizados y los conductores solo podían llegar desde Deià o Lluc. Hoy por la mañana está previsto que un técnico del Consell evalúe la situación y decida si se reabre la vía. El cierre de este gran tramo de 12 kilómetros se adoptó como medida preventiva.

A última hora de la tarde de ayer se detectó que a un kilómetro de la salida de Sóller hacia el túnel, rocas de gran tamaño se habían desprendido por la ladera de una finca situada junto a la carretera. Ante el riesgo de que las piedras acabaran cayendo sobre la calzada y pusieran en peligro a los conductores, se optó por prohibir la circulación en esa zona y se extendió la restricción por precaución hasta Bunyola.

De esta manera, a partir de las ocho y media de la tarde resultó imposible llegar o salir de Sóller tanto por el túnel como por el Coll y solo pudo hacerse por otras dos vías alternativas, desde Deià o Lluc.

La Guardia Civil de Tráfico y el departamento de Carreteres del Consell colocaron señales para advertir del tramo cortado y evitar que ningún conductor se adentrara en la zona afectada. Estaba previsto que el cierre se prolongara no solo durante toda la madrugada sino hasta al menos las nueve de la mañana de hoy. Para entonces un técnico del Consell debía revisar la ladera en la que se detectaron los desprendimientos, analizar el riesgo de que las rocas cayeran sobre la calzada y decidir las medidas a adoptar para evitarlo. Tras esta inspección, se determinará si la zona continúa cerrada o se reabre definitivamente a la circulación.