El Partido Animalista Contra el Maltrato Animal (PACMA) ha denunciado ante la fiscalía de Medio Ambiente la "matanza de varias gallinas y ocas" durante la celebración de los quintos de Muro a finales de enero. Los jóvenes niegan que la muerte de estos animales esté relacionada con sus actos festivos y el Ayuntamiento manifesta su "apoyo absoluto" a los chicos. El informe de la Policía Local sobre los incidentes ocurridos durante la celebración solo recoge actos vandálicos en el instituto del pueblo, pero no constan denuncias ni quejas por agresiones a animales.

En su denuncia, PACMA aporta fotografías de cuerpos mutilados de gallinas -a las que supuestamente se mató tras introducirles petardos en sus orificios- tomadas este año y de los quintos de 2014 obligando a un animal a ingerir una bebida alcohólica. Los quintos de 2015 negaron tajantemente, tras la publicación de una de estas imágenes en DIARIO de MALLORCA, su implicación en los hechos. La regidora de Juventud del Ayuntamiento de Muro, Margalida Forteza, manifestó ayer el "apoyo absoluto" del consistorio a "los quintos y su fiesta" al considerar que no existen evidencias de que maltrataran a los animales. "Como marca la tradición, los jóvenes van a buscar gallinas que les dan los payeses y vuelven al pueblo para que sus madres las cocinen. Van en todo momento acompañados por la Policía Local y este año no hay constancia de ninguna queja ni denuncia" por ataques a los animales, señaló Forteza.

La regidora apuntó que tras los actos vandálicos registrados en años anteriores -en 2012 la Policía recibió una veintena de denuncias por gamberradas de los quintos- "se recondujo la fiesta". "Este año ha sido fantástico y no ha habido problemas", afirmó. El informe elaborado por la el jefe de Policía Local sobre los quintos de este año asegura que no se recibió ninguna queja por molestias o daños ni se detectaron casos de maltrato animal. El documento recoge, sin embargo, los actos vandálicos que se registraron en el instituto Albuhaira durante aquella semana. El día 30, los quintos lanzaron varios petardos en el recinto escolar y colocaron una cadena en una puerta, lo que impedía salir a los alumnos. El lunes siguiente por la mañana, el centro amaneció con otra cadena en la puerta, que tuvo que ser cortada por la Policía Local, además de balas de paja, un saco de harina y rollos de papel higiénico esparcidos en la entrada, palillos en las cerraduras y tomates y huevos arrojados contra las ventanas.