­Armado con una escopeta de caza y tras amenazar con disparar con ella a todo aquel que osara acercarse, un joven de 20 años se atrincheró ayer en la casa de su madre en Alcúdia. La Guardia Civil le detuvo después de irrumpir en la vivienda y puso así fin a casi siete horas de encierro.

El incidente se inició en torno a las dos de la tarde en la calle Amorós, situada en el centro de Alcúdia. Previamente, el joven M.C., de 20 años, había mantenido una acalorada disputa familiar y se dirigió hacia la vivienda materna por completo fuera de sí.

Al parecer, la madre había convocado a sus tres hijos y les comunicó que el abuelo había entrado en estado de coma. Este nieto dijo que no lo podía aguantar y perdió los nervios.

Cuando la madre fue a su casa se encontró la puerta de la vivienda rota y vio a su hijo muy nervioso. A continuación, la mujer avisó a los agentes de la Policía Local de Alcúdia. Cuando los policías se personaron en el inmueble, el joven cogió la escopeta.

"¡Que salga alguno si tiene co...!", espetó el joven al vecindario mientras lo encañonaba con una escopeta de caza. También arrojó varios objetos del interior a la calle.

La única condición que planteó era que se acercara su progenitora. La Guardia Civil estableció un perímetro de seguridad y acordonó las inmediaciones mientras intentaba que el vecino de la localidad depusiera su actitud.

Desalojo de vecinos

Como medida de precaución, los efectivos del Instituto Armado desalojaron a los vecinos que residían en las proximidades y ordenaron el cierre de un supermercado.

Los efectivos de la Guardia Civil intentaron a toda costa que el joven depusiera su actitud. M.C. hizo caso omiso a los requerimientos y se refugió en el interior de la vivienda. A partir de este instante, cuando ya habían transcurrido casi seis horas, los especialistas de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia (USECIC) del Instituto Armado se plantearon irrumpir por la fuerza en el domicilio.

La alcaldesa de Alcúdia, Coloma Terrasa, también se personó en las proximidades para conocer ´in situ´ qué era lo que había ocurrido. La primera edil se mostró estupefacta por el suceso y no alcanzaba a entender qué había llevado al joven a perder los nervios de esa forma. Los padres de M.C. tuvieron que recibir apoyo psicológico mientras aguardaban el desenlace.

El negociador de la Guardia Civil mantuvo una conversación con el joven atrincherado que se prolongó durante unas cinco horas. Los esfuerzos fueron dando poco a poco sus frutos y el especialista fue minando paulatinamente la resistencia de este vecino de Alcúdia. Hasta el punto de que logró que M.C. dejara el arma y saliera al exterior.

Cuando el joven de 20 años se encontraba en la calle, efectivos de la USECIC cayeron sobre él y le detuvieron sin disparar ningún tiro. A continuación, lo trasladaron al cuartel de la Guardia Civil de Pollença. "¡No sé lo que me ha pasado!", exclamó al ser arrestado.