El alcalde de Bunyola, Jaume Isern, imputado por homicidio imprudente por la muerte del joven palmesano de 18 años David Grimaldos, que falleció electrocutado al tocar una farola del municipio el pasado 31 de agosto cuando se celebraba la verbena de los quintos, declaró ayer ante el juez que creía que las farolas de la localidad tenían un mantenimiento. El primer edil aseguró que desconocía que hubiera habido algún problema o incidencia con la instalación que provocó la descarga mortal. Según su versión, ningún vecino le alertó de que ese poste diera calambres.

El hecho de ignorar la falta de mantenimiento del alumbrado público se contrapone con lo declarado quince días antes por el electricista del pueblo, ya jubilado y que también está imputado en la causa, quien explicó que en los 36 años en los que estuvo trabajando nunca revisó esa farola. Además, el técnico señaló que no era obligatorio inspeccionar las luminarias, que tenían una antigüedad de casi 50 años.

Ayer al mediodía, el electricista volvió a prestar declaración por segunda vez ante el magistrado del juzgado de instrucción número 7 de Palma. El imputado estuvo una hora en las dependencias de Vía Alemania y manifestó que era prioritario cambiar un cuadro eléctrico exterior que alimentaba la farola que causó la electrocución ya que había quedado obsoleto. De hecho, el técnico recordó que en marzo de 2007 pidió un presupuesto a una empresa, de parte del Ayuntamiento, para poder sustituir el cuadro de la iluminación pública por uno en condiciones. Desde entonces, nunca se llevó a cabo este trabajo.

Un primer informe técnico de la Guardia Civil y de especialistas señala que la instalación eléctrica era defectuosa. Precisamente, los expertos destacaron que la línea que alimentaba la farola del paseo Antoni Estarellas carecía de diferencial. Este punto fue negado en rotundo por el antiguo electricista de Bunyola, quien confirmó que sí existía el diferencial. Incluso, recordó que a principios de este año hubo un robo de esa pieza y de una maneta en el cuadro eléctrico y se colocó otro diferencial.

El alcalde de Bunyola indicó que no sabía nada del presupuesto que pidió el electricista en marzo de 2007 porque aún no ocupaba el cargo. Sin embargo, el empleado especificó que, cuando Isern entró a gobernar en el Ayuntamiento, le entregó una lista con los diez o quince puntos prioritarios para llevar a cabo. El primero de ellos era la sustitución del cuadro eléctrico exterior.

Auditoría

Además, el electricista añadió que a principios de este año se realizó una auditoría energética en el municipio y que entre las deficiencias detectadas se hallaba el cuadro eléctrico citado. Esta instalación había sido manipulada y reparada años atrás porque una de las partes se quemó. Cuando la Policía Judicial de la Guardia Civil inspeccionó ese lugar, descubrió una maraña de cables. El primer edil dijo que desconocía esta situación.

Jaume Isern, que prestó declaración durante más de una hora ante el juez, negó que hubiera habido recortes en el mantenimiento o el material del alumbrado eléctrico. Según recalcó, en este último año el Consistorio ha gastado 25.000 euros en material eléctrico. No obstante, el electricista imputado precisó que este dinero se ha destinado para pagar bombillas, cableado y otro género, pero no para mejorar el sistema de farolas.

El alcalde de Bunyola también se refirió a una reciente modificación presupuestaria aprobada en los últimos meses y alegó que esta partida era para contratar a una empresa externa para que se encargara del mantenimiento del alumbrado público, ya que el electricista del pueblo se había jubilado. El Ayuntamiento se ha personado en la causa y ha pedido que se desprecinte la farola de la electrocución, ya que la zona continúa sin luz.

El primer edil relató que cuando había una incidencia en el pueblo, a él se lo comunicaban verbalmente y mandaba a los operarios a que lo repararan. También admitió que no había un registro con todos los problemas o averías y que no todos pasaban antes por él, a no ser que los vecinos dejaran constancia por escrito. El alcalde insistió en que hay 60 funcionarios en el municipio y que cada uno hace su trabajo y ya sabe cuál es su función. Según alegó, él no va detrás de ellos.

Por su parte, el electricista dijo que la farola de la electrocución tenía una peculiaridad al estar sobre un muro y no clavada directamente en el suelo, por lo que pudo fallar la toma de tierra.