Numerosas viviendas de la localidad de Son Macià, en Manacor, habían sido desvalijadas en los últimos días por la acción de los ladrones. Agentes del Cuerpo Nacional de Policía detuvieron a los dos presuntos autores de, al menos, ocho robos con fuerza en el interior de domicilios.

Las múltiples denuncias de los vecinos y la pista proporcionada por un agente de la Policía Local condujeron finalmente hasta los dos presuntos autores de los robos. Gracias a ambas, los investigadores del Cuerpo Nacional de Policía lograron identificar a los delincuentes.

Los ladrones accedían a los inmuebles buscando vías de entrada secundarias, alejadas de las zonas más concurridas y de las miradas indiscretas. Fracturaban las puertas traseras de las viviendas y encontraban el camino expedito. Por medio de este 'modus operandi', los cacos lograron hacerse en poco tiempo con un importante botín de televisores, objetos electrónicos e informáticos y herramientas de gran valor.

Tras semanas de intensas pesquisas, los investigadores lograron dar con el paradero de los presuntos autores de los robos. Asimismo, los agentes encargados del caso localizaron al individuo que daba salida a los objetos sustraídos por los delincuentes. A continuación, los policías dieron con el almacén donde se acumulaban todos los artículos robados en los domicilios desvalijados de Son Macià.

Finalmente, los agentes detuvieron a los implicados por los presuntos delitos de robo con fuerza y receptación. La Policía les atribuye la participación directa en ocho golpes. La inmensa mayoría de los objetos sustraídos han sido recuperados.

Por otro lado, agentes de la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Manacor también han detenido a un joven delincuente, de 19 años, como presunto autor de al menos siete robos en casas de campo de la capital del Llevant.

La actividad de este delincuente fue especialmente frenética en las últimas semanas del pasado mes de octubre y las primeras del mes de noviembre. El número de robos en casas de campo aisladas y de características muy similares se multiplicó. La inmensa mayoría se trataba de segundas residencias que estaban la mayor parte del año vacías o que se usaban únicamente en época estival.

Ante la ausencia de moradores, el delincuente utilizaba un método expeditivo para abrirse paso. Con una 'pata de cabra' forzaba las ventanas mallorquinas exteriores y rompía los cristales para acceder al interior del domicilio sin mayores complicaciones.

El ladrón era perfecto conocedor de que nadie podía perturbarle mientras cometía la fechoría. Por este motivo, el delincuente dedicaba una gran cantidad de tiempo a inspeccionar todas las dependencias de la vivienda para hacerse con el botín de mayor valor.

En cada uno de los inmuebles, el sujeto realizaba un meticuloso registro para decantarse solo por los artículos más valiosos. Muchos artículos eran de pequeño tamaño, de tal forman que pudieran ocultarse fácilmente. Así, en poco tiempo consiguió hacerse con joyas, ordenadores portátiles, tabletas, móviles y dinero. Aunque también robó televisores y aparatos de sonido. Finalmente los agentes dieron con su paradero y le detuvieron por al menos siete robos con fuerza.