El Farru, uno de sus hermanos y otras tres personas serán juzgados la próxima semana por introducir y distribuir droga en la cárcel de Palma. La fiscalía reclama penas que suman 25 años para los procesados por traficar con heroína y ansiolíticos.

Los hechos ocurrieron a finales de 2010, cuando El Farru y su hermano Manuel estaban recluidos de forma preventiva por la muerte a tiros en Son Banya de La Parrala, sobrina de La Paca. Ambos acordaron introducir droga en el centro penitenciario tanto para consumirla como para venderla a otros reclusos. Para ello amenazaron a un preso y le convencieron para que su hermana le entregara los estupefacientes durante una visita, según la fiscalía. La mujer compró 182 pastillas de ansiolíticos y 47 gramos heroína y acudió a prisión, donde fue interceptada por los funcionarios, que encontraron la droga.

El ministerio público considera a El Farru y a su hermano autores de un delito de amenazas y otro contra la salud pública, por los que reclama penas que suman siete años de cárcel para ellos. El recluso que aceptó introducir la droga en prisión y se hermana se enfrentan a tres años de reclusión, mientras que el fiscal pide cinco años para el hombre que suministró las sustancias estupefacientes a la mujer.