Tres hombres juzgados en Eivissa por tener o distribuir imágenes de pornografía infantil reconocieron anteayer los hechos y aceptaron las condenas acordadas por sus abogadas y la fiscal, que fueron de un año de cárcel para el acusado de difundir archivos y de 900 euros de multa para los procesados por tenencia de los mismos.

En la vista, celebrada ante el tribunal de la sección primera de la Audiencia Provincial, los tres acusados se declararon culpables, por lo que una de las magistradas leyó la sentencia condenatoria durante la vista.

Los hechos recogidos en el escrito del fiscal, con cuyo relato se mostraron conformes los procesados, datan del año 2009. En concreto, el 23 de marzo de ese año agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil registraron el domicilio de uno de los acusados, A. R. B., malagueño que residía en Sant Antoni, y hallaron nueve archivos que contenían fotografías en las que aparecían niñas menores de edad totalmente desnudas. Uno de esos archivos lo había recibido desde la dirección de correo electrónico de otro de los acusados, J. L. G. G., y en este caso había imágenes de una relación sexual entre dos adultos y una menor.

A raíz de esto, los investigadores descubrieron que el titular de la línea telefónica desde la que se había enviado el citado archivo era el tercer acusado, J. G. G., hermano del anterior, con quien convivía en una vivienda en Barcelona.

Así, tres días después del arresto de A. R. B., los agentes del instituto armado entraron y registraron el domicilio de ambos hermanos, donde encontraron el equipo informático usado para distribuir los archivos pedófilos y varios discos duros externos.

Según el relato realizado por la Fiscalía, tras analizar todo el material intervenido, los investigadores hallaron tanto las trazas informáticas de la distribución del material pornográfico, como un total de 81 archivos con imágenes de menores desnudas y otro con "mini vídeos" de relaciones sexuales con menores.