La prometida de José R.R., el hombre detenido y encarcelado por matar de tres disparos de escopeta a su sobrino en una finca cerca del Polvorín, en Sant Josep (Eivissa), ratificó ayer en el juicio que le amenazaba con el arma y abusaba de ella con frecuencia en la misma casa en la que se cometió después el crimen. El acusado negó todas las acusaciones, aseguró que nunca abusó de la mujer y afirmó que las relaciones fueron siempre consentidas. La víctima, que viajó desde su país natal, Marruecos, a la isla bajo el engaño de un matrimonio concertado, ha rehecho su vida: está casada y vive con su marido en Eivissa, según explicó.

"Estuvo sometida a amenazas con una escopeta y a vejaciones sexuales", dijo la fiscal en sus conclusiones, en las que mantuvo su petición de condena: tres años de prisión por un delito de abuso sexual, un año por otro de amenazas graves, una orden que prohíba a Ribas aproximarse a la víctima durante tres años y una indemnización de 18.000 euros. "Si le hubiesen retirado el arma probablemente se habría evitado un crimen", comentó a la salida del juicio el abogado de la acusación particular, Jesús Herrero.