"Tras golpearle, lo cogieron y lo lanzaron a un torrente. Yo estaba en estado de shock. Desde arriba vi cómo Pepe le clavaba un cuchillo en el pecho a ´Carlos´. Luego, le echaron tierra encima y ramas para taparlo". Francisco A.A., conocido como ´El Rubio´ de 37 años y considerado por la fiscalía como el supuesto cooperador necesario del crimen de Benimussa, en Eivissa, relató ayer con todo detalle en la primera sesión del juicio con jurado que se celebra en la Audiencia de Palma cómo los otros dos imputados asesinaron a José Julián del Río Cardona, ´Carlos´, colombiano de 34 años, en un camino rural el pasado 1 de septiembre de 2010.

El sospechoso, que se enfrenta a 20 años de cárcel o, alternativamente, a once como cómplice, destacó ante el tribunal popular que él no sabía que iban a matar a la víctima. "Yo no pegué a ´Carlos´, no le hice nada. Los otros dos acusados me dijeron que tenían que cobrarle un dinero y me encargaron que lo localizara. ´El Portugués´ me ofreció un porcentaje del dinero que él les debía. Me dijo que me iban a dar 10.000 euros por localizarle y llevarle al lugar que me habían indicado. Yo estaba enganchado a la cocaína y necesitaba el dinero", manifestó.

Por su parte, los otros dos encausados, José R.P., ´Pepe´ de 46 años, y Luis Francisco M.A., ´El Portugués, de 48, los presuntos autores materiales del crimen, negaron con rotundidad los hechos. Los dos hombres, para quienes la fiscal reclama sendas penas de 23 años de prisión, coincidieron al señalar que el 1 de septiembre de 2010 no estaban en Benimussa e incluso recalcaron que no conocían de nada a la víctima. Tampoco conocían ninguno de ellos a Carlos Ochoa, quien presuntamente encargó el crimen de ´Carlos´ por una supuesta deuda del narcotráfico. ´Pepe´ recordó que esos días fue a comprar material con su hermano y un amigo y luego hicieron un trabajo. Según su versión, estuvieron en un par de bares y por la noche cenó con la familia y un matrimonio conocido. Mientras, ´El Portugués´ señaló que en esas fechas no estaba en Eivissa, sino en Portugal.

"No tengo nada que ver con todo esto. Yo no he matado a nadie", insistieron ambos ante la sala, quienes mantienen que el otro encausado les ha inculpado por enemistad. Además, José R.P. trató de justificar que la Guardia Civil hubiera encontrado sus restos de ADN en una colilla en la zona de Benimussa porque frecuentaba el lugar. "Desde que tengo seis años voy a cazar por allí. Conozco la zona perfectamente. Pero el día de los hechos yo no estuve allí", indicó.

Francisco A.A. explicó que todo empezó cuando se encontró a ´El Portugués´ en Vara del Rey y este le dijo que buscaba a un hombre por una deuda. Luego, ´El Portugués´ le presentó a ´Pepe´ y le dijo que querían reunirse con ´Carlos´ en Benimussa. "Me dijeron que había un paquete de droga en el campo que había que repartir", detalló. Francisco localizó a la víctima en su casa y quedó con ella en el parque de bomberos.

Por unos matorrales

Sobre las tres y media de la tarde del 1 de septiembre de 2010, ´Carlos´ llegó en coche, un Renault Megane, a su cita con ´El Rubio´. Ambos se dirigieron en el turismo hacia Benimussa. "Como no había nadie allí, nos pusimos a caminar. Entonces, por el flanco izquierdo, por unos matorrales salieron los dos. ´Pepe´ llevaba una pistola semiautomática y ´El Portugués´, una pata de cabra, un hierro. Quedé sorprendido y me dijeron que me callara. ´Carlos´ se asustó. Le dije que iban a hablar con él del dinero que les debía, pero se lanzaron sobre él y lo arrojaron al suelo. ´Pepe´ me apuntó con una pistola para que no hiciera nada. Me bloqueé. Mientras, ´El Portugués´ le dio patadas por todos los sitios, por la cabeza y el pecho. Le dio patadas y le golpeó con el hierro. No recuerdo cómo utilizaron una cuerda", declaró el sospechoso.

"Cuando lo tiraron al suelo, del primer golpe creo que quedó inconsciente. Se desmayó por un golpe en la cabeza", añadió. "Me dijeron que me quedara callado porque ya había visto lo fácil que era matar a una persona. Pensé que a mí también me iban a matar. Si hubiera podido, habría evitado la muerte de ´Carlos´", agregó.

Más tarde, los tres acusados se dirigieron al domicilio de la mujer de la víctima. "Me indicaron que le dijera que colaborara porque tenían secuestrada a mi hija. Le pidieron todo el dinero que tuviera en casa y ella dijo que no tenía nada. Entonces, la metieron en una habitación y empezaron a registrar todo el piso. Cogieron un ordenador, las joyas y nos marchamos", aseguró Francisco. Posteriormente, la mujer huyó del país atemorizada.

El presunto cooperador reconoció que había vendido el coche del fallecido a un tercero por 1.500 euros. El acusado fue detenido en febrero con droga. "Por esto ya fui condenado a tres años", recordó. También dijo haber sufrido amenazas en prisión. Ayer estuvo separado de los otros imputados.