Dos perros de la Policía especializados en la detección de sustancias acelerantes rastrearon ayer el sótano de los juzgados de Palma que ardió la semana pasado. Los investigadores mantienen abierta la investigación sobre la causa del fuego y, aunque por el momento no han hallado evidencias de que fuera intencionado, siguen sin descartar ninguna hipótesis.

Los dos canes, llegados expresamente desde Madrid, recorrieron junto a sus guías las dependencias siniestradas. Los animales están adiestrados para marcar la presencia de combustible y otras sustancias que pudieran haberse utilizado para provocar el incendio el pasado día 15 por la tarde. También los agentes de la Policía Científica continuaron trabajando en el sótano durante toda la mañana en busca de evidencias.

Mientras tanto, los tres juzgados de lo contencioso-administrativo y el Instituto de Medicina Legal, cuyos archivos ardieron en el incendio, continuaban ayer cerrados al público y la actividad era mínima en las oficinas. Las dependencias judiciales seguirán paralizadas hasta que los investigadores de la Policía concluyan su labor y los técnicos garanticen la seguridad tanto de los trabajadores como de los usuarios. Será el juez decano quien determine cuándo pueden reabrir.