Un incendio forestal de madrugada en el corazón de Galilea sembró ayer la alarma en la localidad montañesa de Puigpunyent. Un total de 15 personas tuvieron que ser desalojadas de seis casas como medida de precaución. A medida que el fuego pudo ser controlado, los residentes evacuados pudieron regresar a sus viviendas. Las llamas calcinaron cuatro hectáreas de pinar, encinas y matorral.

El fuego se inició sobre las 4.40 horas a escasa distancia de un núcleo de viviendas. Esta proximidad a las casas motivó que el incendio se declarara desde un primer momento de nivel uno.

Una posible imprudencia al quemar unos rastrojos se perfilaba ayer como la causa más probable del incendio. El fuerte viento reinante de madrugada en Galilea contribuyó a avivar las llamas.

Medios terrestres del Institut Balear de la Natura (Ibanat), integrado por 35 personas pertenecientes a tres brigadas, dos técnicos y tres agentes medioambientales -apoyados por dos tanquetas- se movilizaron rápidamente al lugar del incendio. A primera hora de la mañana se incorporó a las tareas de extinción un helicóptero, que descargó grandes cantidades de agua sobre el fuego.

Asimismo, los Bombers de Mallorca movilizaron sobre las 4.40 horas a varias dotaciones, procedentes de los parques de Llucmajor y Calvià. Los servicios de extinción permanecieron en el lugar hasta poco antes de la una de la tarde.

"A priori parece que el fuego se ha producido como consecuencia de una negligencia", apuntó ayer 'in situ' el director de extinción del Ibanat, Artur Barceló.

Sobre las nueve de la mañana, el incendio se dio por estabilizado y se rebajó hasta el nivel cero, al considerar que ya no revestía peligro alguno para las viviendas situadas en las inmediaciones.

A partir de este instante, los esfuerzos de los servicios de extinción se centraron en completar el perímetro del incendio para tratar de darlo cuanto antes por controlado. Algunos vecinos no pudieron reprimir su nerviosismo después del sobresalto, al ser despertados de madrugada y obligados a abandonar sus casas temporalmente.

Por otra parte, dotaciones de Bombers de Mallorca extinguieron también de madrugada otro incendio forestal sobre las 3.20 horas en el Camí de Sant Pere de Bunyola, donde se quemaron 3.000 metros cuadrados de pinar.