Un equipo de escaladores de los Bombers de Mallorca rescató ayer por la mañana a "Gala", una perra que se encontraba sobre una roca, en un acantilado de difícil acceso junto a la cala de Banyalbufar. El animal se había caído la noche anterior, pero la falta de luz impidió que lo localizaran. A la mañana siguiente un operario del Ayuntamiento la encontró y el alcalde avisó a los Bombers. Los rescatistas tuvieron que descolgarse con cuerdas unos veinte metros para llegar hasta la perra y lograron devolvérsela a su dueña, que siguió desde arriba toda la operación.

"Gala" es un cruce de labrador y boxer de diez años de edad. El martes por la tarde sus dueños, una pareja vecina de Palma, la llevaron a dar un paseo por la cala de Banyalbufar. Cuando estaba junto a un acantilado, cerca del aparcamiento, el animal cayó al vacío por accidente.

Sus dueños solicitaron ayuda y al lugar acudió poco después una patrulla de la Guardia Civil, operarios del Ayuntamiento e incluso el alcalde de la localidad, Mateu Ferrà. Sin embargo, la falta de luz dificultaba mucho la búsqueda, por lo que se optó por dejarlo hasta la mañana.

A primera hora de la mañana de ayer, un operario municipal se acercó al lugar, inicialmente con la idea de encontrar los restos del animal. Su sorpresa fue que la perra aparentaba estar en buen estado, aunque estaba sobre unas rocas de difícil acceso, a unos veinte metros de distancia de la parte superior del acantilado.

Hasta allí acudieron varias personas que estaban trabajando en la zona, y algunas estaban dispuestas a bajar para rescatarlo, pero el alcalde, que fue avisado por los operarios, optó por alertar a los Bombers de Mallorca.

Un equipo de rescate de montaña del parque de Sóller se presentó en lugar e instaló unas cuerdas con las que se descolgaron hasta donde estaba el animal. "Temblaba mucho después de pasar la noche allí, pero se comportó muy dócilmente", explicaba ayer uno de los bomberos. "Improvisamos un arnés y se lo pudimos poner sin problemas para izarla hasta la parte de arriba".

Desde allí seguía la escena la dueña de "Gala", que pudo por fin reunirse con su mascota entre la alegría de los testigos que presenciaron la escena.