"Si no lo llego a apartar, le habría seguido apuñalando". Con estas palabras, el vigilante de los edificios Pullman y propietario del piso donde se registró una violenta agresión con arma blanca y un bate entre compañeros de piso describió la violenta ocurrida ayer de madrugada. La Policía detuvo a ambos por un presunto delito de lesiones graves.

Los hechos ocurrieron sobre la una de la madrugada de ayer en la quinta planta de los edificios Pullman, situados en el número 24 de la calle Joan de Saridakis de Palma. De repente, una violenta reyerta se inició entre un joven rumano de 19 años y un montenegrino de 35. Ambos compartían piso desde hacía unos 15 días.

"Escuché gritos y varios vecinos me avisaron de que estaba habiendo una pelea en el piso que tenía alquilado", afirmó ayer el vigilante del conflictivo complejo de viviendas.

Cuando el vigilante se personó en el lugar, sus dos inquilinos se encontraban por completo fuera de sí. "Uno hizo ademán de tirar una maleta, pero se abrazó al joven. Entonces, este le comenzó a apuñalar", apuntó el guarda.

El joven rumano apuñaló repetidamente en un costado a su compañero de piso. También le asestó una cuchillada en el cuello y en la cabeza. "Creo que le dio más de una docena de puñaladas", indicó.

La llegada del propietario del inmueble resultó providencial para que la agresión no fuera a mayores. "En principio creía que el más joven le estaba pegando, porque el cuchillo no se movía. Cuando le empezó a salir al otro sangre del costado, me di cuenta de que le estaba apuñalando", indicó.

El agresor no se revolvió. El joven rumano se recluyó en el interior de la vivienda. "Le vi hacerse cortes en los brazos. Creo que también se clavó un cuchillo en un costado", señaló.

Mientras, el hombre herido en el costado bajó hasta la calle. Instantes después, una ambulancia del Ib-salut se personó en el lugar y le atendió en el número 24 de la calle Joan de Saridakis. Una vez estabilizado, el agredido fue trasladado hasta el hospital Son Espases. Allí quedó ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) con pronóstico reservado.

A continuación, el personal sanitario se desplazó hasta la quinta planta, donde se había iniciado la agresión. El joven rumano se quejaba de que había sido agredido supuestamente con un bate de béisbol, aunque sus lesiones no revestían especial gravedad. Fue atendido en el mismo inmueble.

Investigación

Agentes del Grupo de Homicidios se hicieron cargo de la investigación de lo ocurrido. Uno de los aspectos que más quebraderos de cabeza dio a los investigadores fue el hallazgo de una mochila con diez teléfonos móviles y 500 euros. Al parecer, uno de ellos trataba de desprenderse de ella. Todo apunta a que podría tratarse dedos delincuentes. Los policías trataban ayer de localizar a los titulares de los terminales.

En la mañana de ayer, agentes de la Policía Científica se personaron en el inmueble del edificio Pullman donde se produjo la agresión. Los expertos tomaron fotografías de los restos de sangre que se encontraron en el lugar. También examinaron los efectos del interior, aunque este se encontraba completamente revuelto.