Un joven de 23 años culpó ayer a su tío de haberle violado en reiteradas ocasiones desde los nueve a los doce años en el domicilio de su abuela, donde el sospechoso también residía, en Palma. El muchacho indicó durante el juicio celebrado en la Audiencia de Palma que el familiar le sometía a tocamientos íntimos y también le obligaba a practicar sexo oral bajo amenazas de hacerle daño a su abuela, con quien tenía una estrecha relación y a la que quería como a "una madre". El perjudicado actualmente se encuentra interno en el centro de menores de es Pinaret, donde cumple una medida de internamiento en régimen cerrado por abusos sexuales a otros menores.

Su declaración ante el tribunal de la sección segunda fue muy contundente. "Primero fueron tocamientos y besos, pero luego fue a más. Me decía que eran juegos. Me compraba cosas para hacerme callar. También me amenazaba con que iba a matar a mi abuela. Yo era pequeño. Pensaba que eso estaba bien", aseguró la víctima. En esa época, entre 2000 y 2004, era un niño de entre nueve y doce años. Además, según la fiscalía, tenía una discapacidad de un 49 por ciento al padecer una alteración de la conducta, con un trastorno adaptativo y de aprendizaje.

Su tío, de mediana edad, ayer negó los cargos de forma rotunda. Manifestó que todo era "mentira" y que su sobrino le había denunciado para vengarse de él porque había tratado mal a la abuela. La fiscal reclama para el imputado una condena de catorce años de prisión por un delito continuado de agresión sexual. Mientras, el abogado defensor solicita la libre absolución.

El acusado recordó ante la sala que la relación con el entonces menor era regular. "A veces era buena y otras, mala. Yo le compraba muchas cosas. Si no le compraba, él se enfadaba y me pegaba. Le compraba juegos y películas. En cambio, su relación con la abuela era muy buena", destacó el hombre.

"Una vez mi sobrino me amenazó con un cuchillo y me dijo que lo iba a acabar pagando. Él quería vengarse porque no trataba bien a la abuela. Yo quería a mi madre, pero le gritaba, le reñía, le levantaba la mano y también la agredía. Mi sobrino estaba delante. Él me pegaba empujones para defender a su abuela. También me amenazaba, insultaba y me daba empujones si no le compraba regalos", añadió el procesado, quien rechazó los abusos y violaciones.

En casa de la abuela

El perjudicado, que declaró protegido por un biombo, incriminó a su tío desde el primer momento. "Los hechos ocurrían en casa de mi abuela, en Palma, en la habitación. Primero empezó a tocarme y luego iba a más. Me amenazaba con que iba a matar a mi abuela. Ella fue mi madre desde que yo nací y hasta que ella murió. Era mi debilidad. Me daba miedo porque él maltrataba a mi abuela, le pegaba y yo lo veía", detalló el joven.

"Yo seguía acudiendo a su casa porque tenía miedo de que él le hiciera daño. Él le gritaba para que no gastara tanto dinero cuando iba a comprar. A veces, me ponía en medio para que no le tocara la cara a mi abuela. Cuando ella murió, entonces empecé a hablar y a contar lo ocurrido", añadió.

El muchacho también recordó su anterior etapa cuando abusó de otros menores, unos hechos por los que fue condenado. "Mi tío me enseñó esas cosas y yo pensaba que aquello estaba bien. Pido perdón a la gente a la que hice daño", manifestó la víctima.

Por su parte, una técnico precisó que el menor presentaba indicadores de haber sufrido abusos sexuales. "Tenía problemas de autoestima, era un niño muy aislado, a veces tenía conductas agresivas, tocaba a otros compañeros", apuntó la especialista. Otra educadora recordó que en 2010, mientras cumplía la medida de internamiento, le confesó que su tío había abusado de él. "Temía por la vida de su abuela", indicó. Los psicólogos dijeron que por su comportamiento era muy probable que hubiera sido abusado.