­­Un joven de 18 años, David G.G., vecino de Palma, falleció electrocutado ayer de madrugada al apoyarse en una farola en una calle de Bunyola cuando se celebraba la verbena de los quintos de la localidad. La víctima, que iba acompañada por otro allegado, tocó el poste cuando se disponía a orinar cuando estaba subido en un pequeño muro, lo que le produjo una descarga eléctrica. Acto seguido, se desplomó y cayó al suelo fulminado y se golpeó la cabeza en el paseo Antoni Estarellas. Los servicios sanitarios comprobaron que el afectado había muerto prácticamente en el acto. Todos los esfuerzos por reanimarle fueron en vano, ya que el muchacho entró en parada cardiorrespiratoria tras recibir la descarga.

La Guardia Civil investiga el siniestro. Los agentes de la Policía Judicial, junto a los técnicos de la empresa eléctrica, realizaron una detenida inspección ocular en la instalación, cuya conexión era defectuosa. A la espera de los resultados del informe técnico, los especialistas detectaron que se había sustituido un cable grueso en la farola, que fue justo el que el joven tocó. Fuentes municipales precisaron que hacía muchos años que se había hecho un arreglo en el poste y que luego no se había tocado porque no había habido ningún problema posterior hasta la madrugada de ayer. Los agentes ahora indagan si faltaba un fusible y las causas de la deficiencias en la conexión de la farola.

La instalación quedó precintada, junto a otras farolas aledañas. Los técnicos también cortaron la corriente en ese tramo como medida preventiva mientras se llevan a cabo las pesquisas.

Debido al fallecimiento del joven, la verbena que organizaban los quintos de Bunyola se suspendió. El suceso causó una gran conmoción entre los vecinos y asistentes al concierto, que finalmente se clausuró. El alcalde de Bunyola, Jaume Isern, se mostró apesadumbrado por lo ocurrido y dio el pésame a la familia de la víctima.

Los hechos tuvieron lugar ayer pasadas las doce y media de la noche en el paseo Antoni Estarellas, a la altura del número 24, una de las calles principales de Bunyola. Un joven de 18 años se dirigía caminando con un allegado hacia el concierto de la verbena de los quintos cuando decidió ir a orinar a un lugar más apartado. En ese momento, el muchacho se subió a un pequeño muro y se agarró a la farola y, al apoyarse en el poste que se encuentra sobre la barandilla, sufrió una tremenda descarga. La víctima cayó fulminada y se golpeó la cabeza contra el suelo.

Varios testigos alertaron a la Policía de que un chico estaba inmóvil en el suelo y sangraba. Al lugar, acudieron patrullas de la Policía Local de Bunyola, Guardia Civil, psicólogos del 112 y sanitarios del 061, quienes intentaron reanimar al afectado durante una hora. El joven estaba en parada cardiorrespiratoria y había muerto. El forense también se movilizó. El 061 confirmó que pereció electrocutado.