Un menor de 16 años desveló en el área de Psiquiatría de Son Espases el trauma que había sufrido después de haber sido inducido a prostituirse en el piso de un pedófilo en s´Arenal. Al menos otros dos adolescentes, de 13 y 16 años, también fueron víctimas suyas. La Guardia Civil detuvo al presunto pederasta por un delito continuado de prostitución y corrupción de menores y el juez de guardia ordenó ayer su ingreso en prisión.

Los adolescentes en situación de especial desarraigo familiar se convertían en víctimas propiciatorias de este depredador sexual. El presunto pedófilo se aprovechaba del entorno marginal, depresivo y el desapego de muchos de estos menores para inducirles a adentrarse en el mundo de la prostitución.

La investigación de la Guardia Civil se remonta al pasado mes de febrero. Un informe del área de Psiquiatría de Son Espases alertó de que un adolescente de 16 años estaba siendo tratado después de haber sido inducido a mantener relaciones sexuales a cambio de dinero. Agentes del Equipo Mujer y Menor (EMUME) del Instituto Armado activaron entonces la denominada ´Operación Aúriga´.

El pedófilo, de 51 años, conoció al menor a través de una aplicación informática de contactos homosexuales. A continuación, le propuso "probarlo" durante tres sesiones. Estas incluían reportajes fotográficos, grabaciones en vídeo y relaciones sexuales completas.

Cuando el presunto pederasta consideró que el menor ya estaba preparado, comenzó a traerle clientes para que se prostituyera. El precio de los servicios sexuales era una cantidad variable y el adolescente debía entregar el 40 por ciento al pedófilo que hacía labores de proxeneta.

Los investigadores sospecharon que otros adolescentes podrían haber sido explotados por este depredador sexual y por otros clientes que se aprovechaban de los menores. Así, los agentes desvelaron que existían otras dos víctimas de 13 y 16 años. Todos tuvieron que recibir tratamiento psiquiátrico.

Las pesquisas se centraron en la actividad durante los últimos siete meses. No obstante, todos los indicios apuntan a que este sujeto desarrollaba esta actividad durante mucho tiempo atrás. No se descarta que aparezcan muchas más víctimas a medida que vaya avanzando la investigación de este sujeto.

El perfil de los menores que fueron presuntamente explotados sexualmente por este pedófilo es muy similar. Todos ellos compartían circunstancias personales de especial desarraigo. También sufrían depresiones, se encontraban en un ambiente marginal, con desapego y displicencia familiar. Este cúmulo de desafección les convertía en presa fácil del depredador sexual. Este se servía, a su vez, de aplicaciones informáticas que facilitaban el anonimato para contactar con ellos.

Con todo este material recabado, los investigadores realizaron un registro en el domicilio de s´Arenal de Llucmajor del pederasta donde se concertaban los encuentros. Allí intervinieron abundante material informático, teléfonos móviles y soportes de archivos de contenido pedófilos.

El sospechoso ingresó ayer en prisión por orden del juez de guardia de Palma.