La Policía Nacional ha detenido en Palma a un hombre de 51 años que supuestamente atacó a un párroco al que había exigido comida. El acusado esperó a que la víctima saliera de la iglesia tras la misa para abalanzarse sobre ella tras una discusión mantenida poco antes. El religioso logró zafarse y se refugió en el templo, mientras el sospechoso le insultaba, le mostraba sus genitales y profería expresiones obscenas.

Los hechos ocurrieron el lunes por la tarde en la iglesia San Pío X, en la calle Beatriu de Pinós. El párroco llamó la atención a un hombre que estaba tumbado a las puertas del recinto. Le pidió que se levantara porque no dejaba acceder a los feligreses que acudían a misa. El sospechoso le exigió comida a cambio de marcharse, a lo que el religioso le dijo que lo hablarían después del oficio.

La celebración transcurrió con normalidad, pero cuando terminó y la iglesia se vació, el acusado estaba esperando al párroco en la calle. En cuanto salió, se abalanzó sobre él y lo agarró con fuerza por el cuello, al parecer recriminándole que no le hubiera dado comida.

La víctima logró zafarse después de un breve forcejeo y se refugió, tras una verja, en la entrada de la iglesia. Su agresor comenzó entonces a amenazar e insultar al religioso, mientras le mostraba los genitales y gritaba frases obscenas.

Varios testigos alertaron a la Policía. Los agentes que acudieron al lugar interceptaron al sospechoso, que quedó detenido como autor de un delito de amenazas. El párroco se mostró muy reacio a repetir los insultos y amenazas que había recibido, por lo que los policías tuvieron que entrevistarse con los testigos para que constaran en el atestado.