El conductor ebrio y drogado detenido el pasado fin semana por la muerte de una mujer a la que presuntamente arrolló a toda velocidad el viernes por la tarde cuando la víctima hacía ´footing´ en la avenida Picasso de Palma ingresó ayer en prisión provisional por orden judicial. El sospechoso, Francisco B.P.Q., español de 27 años, está imputado por un delito de homicidio imprudente y conducción temeraria como presunto responsable del atropello mortal a la periodista Margarita A.C., de unos 44 años. El joven admitió ayer ante el juez que el día de los hechos había tomado seis cervezas en la comida y también reconoció que no era la primera vez que se ponía al volante del coche en condiciones parecidas. Además, indicó que esa tarde tenía prisa, porque unos amigos le esperaban para jugar a fútbol.
La Policía Local de Palma, encargada de investigar el siniestro, cree que el turismo que conducía, un pequeño Citroën C1, circulaba a excesiva velocidad por la avenida Picasso, una vía cuyo límite máximo permitido son 40 kilómetros por hora. Los agentes, que aún no cuentan con los resultados de las pruebas de velocidad, disponen de otros indicios como las huellas de frenada, la trayectoria del vehículo, que salió despedido, y el testimonio de varias personas que indicaron que el coche iba muy rápido y que oyeron ruidos de una conducción irregular.
Manipulaba el móvil
Los investigadores también han concluido que el joven sospechoso manipulaba su teléfono móvil en los momentos previos al atropello mortal de la corredora. Ayer, la acusación pidió la intervención del aparato y que se analicen los mensajes y llamadas de la tarde del viernes. Precisamente, instantes antes del accidente, el conductor envió un ´whatsapp´ en el que informaba de que llegaría tarde a su cita con sus amigos.
El arrestado negó haber remitido un mensaje mientras conducía. Según su versión, escribió el texto y lo mandó estando parado con el coche. El joven imputado recordó que el pasado viernes, sobre las ocho y media de la tarde, perdió el control del vehículo en una curva de la avenida Picasso. Según manifestó, no sabe a qué velocidad iba, pero tenía prisa. Al perder el control, frenó, se subió a la acera y arrolló a la mujer que hacía ´footing´. Según su versión, la víctima venía corriendo de cara y trató de evitarla y que saliera de encima del capó. La afectada, periodista de profesión, sufrió gravísimas lesiones. Ingresó en estado crítico en el hospital de Son Espases, donde horas después falleció.
La Policía Local de Palma sometió al conductor a la prueba de alcoholemia y arrojó un resultado positivo de 0,65 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, más del doble de la tasa máxima permitida. El joven confesó ayer que bebió unas seis cervezas, pero lo hizo varias horas antes del siniestro, durante la comida. Además, señaló que alguna vez había cogido el coche en ese estado.
El detenido luego autorizó someterse a un análisis de sangre, que dio positivo en alcohol y también en cocaína. Y es que el acusado dio positivo en sustancias estupefacientes como hachís, anfetamina y cocaína. Según su versión, ese día no tomó drogas, si bien apuntó que era consumidor ocasional cuando salía de fiesta.
La fiscal y la acusación particular pidieron ayer el ingreso en prisión del conductor, que carece de antecedentes, mientras que la defensa solicitó la libertad. El magistrado de guardia de Palma decretó que el joven fuera encarcelado para evitar que altere pruebas como los testigos y para evitar hechos delictivos similares, ya que el propio imputado dijo que no era la primera vez que se ponía al volante del vehículo en condiciones parecidas, así como asegurar su presencia en el proceso.
El juez destaca como indicios incriminatorios el reconocimiento parcial de los hechos por parte del acusado y el atestado policial que concluye que el joven circulaba a excesiva velocidad, manipulando su móvil y tras ingerir alcohol y drogas en cantidad tal que mermaban "de manera brutal" sus capacidades para la conducción, "con consciente desprecio para la vida de los demás", según detalla el magistrado.
