Unos turistas británicos provocaron ayer un incendio en un edificio de apartamentos de Magaluf cuando al parecer jugaban con un espray y un mechero. El fuego del lanzallamas casero acabó extendiéndose por toda la vivienda, que quedó destruida, y el humo se apoderó de la finca obligando a desalojar a una veintena de vecinos. Algunos lanzaron a sus hijos de corta edad desde el cuarto piso para ponerlos a salvo y otros fueron rescatados a toda prisa por bomberos y policías. El siniestro dejó dos heridos, un hombre con una intoxicación por el humo y otro con una fractura en el brazo al coger al vuelo al menor lanzado al vacío, y provocó un gran despliegue de los servicios de emergencias.

Todo ocurrió poco antes de las ocho de la mañana, cuando el humo y las llamas comenzaron a salir de un balcón, en el segundo piso de un bloque de apartamentos del número 11 de la avenida s’Olivera. Una patrulla de la Policía Local de Calvià descubrió el siniestro y dio la voz de alarma. Dos dotaciones de los Bombers de Mallorca y otras tantas de sus compañeros de Palma, doce patrullas de la Guardia Civil y la Policía Local y cuatro ambulancias y dos médicos acudieron enseguida al lugar. “Oí mucho jaleo, pero como aquí es algo habitual no hice mucho caso. De repente he visto que entraba humo en mi casa y por la mirilla he visto el fuego. He tenido que escapar por la terraza hasta un tejadillo”, explicaba Encarni, una vecina de la finca afectada.

El fuego se extendía con rapidez y se optó por evacuar a todos los vecinos. Algunos pudieron salir por su propio pie, pero otros tuvieron que ser rescatados porque la densa humareda negra, visible desde varios kilómetros a la redonda, les impedía salir por las escaleras comunitarias. Una familia quedó atrapada en el cuarto piso de la finca y los padres decidieron arrojar por el balcón a uno de sus hijos, de tres años, desde más de cinco metros de altura a un hombre que logró cogerlo pero sufrió una fractura en el brazo al hacerlo. Además, un vecino de la finca de 62 años precisó asistencia sanitaria por una intoxicación leve por el humo. Bomberos y policías rescataron con escaleras a varias personas por la parte trasera del edificio y por las terrazas laterales. En total, fueron 18 las personas desalojadas, tres de ellas niños de entre cuatro meses y seis años.

Los bomberos trabajaron durante varias horas para sofocar las llamas, que destruyeron el apartamento en el que se inició el fuego y causaron daños en las puertas de la vivienda de enfrente y los pasillos. La Guardia Civil, que abrió una investigación para aclarar lo ocurrido, apunta a una imprudencia de los inquilinos que jugaban con el espray y el mechero como causa del incendio.