Los dos jóvenes que fueron detenidos el pasado sábado por robar en dos chalés de Cala Sant Vicenç, en Pollença, habían ocultado el botín en un zulo en un bosque. Los investigadores encontraron allí 400 euros en efectivo, siete tarjetas de crédito y varios aparatos electrónicos.

Los acusados, de 23 y 28 años, actuaron en dos viviendas en cuestión de horas. La Guardia Civil inspeccionó los inmuebles y logró recabar información sobre los sospechosos, que acababan de huir en un coche azul.

Los investigadores llevaron a cabo varias batidas por la zona y poco después lograron localizar el vehículo, cuyos ocupantes se dieron a la fuga a la carrera al detectar a los agentes. Ambos fueron capturados hacia las diez de la noche cuando estaban ocultos en unos matorrales.

Al día siguiente, la Guardia Civil encontró en el monte de ses Coves Blanques un zulo en el que los ladrones habían escondido el botín de los dos robos en los chalés. Así, lograron recuperar 400 euros en efectivo, siete tarjetas de crédito, dos móviles de última generación, una cámara de vídeo, una cámara de fotos, una tablet y unas gafas de sol, efectos valorados en unos 3.500 euros.