"He oído muchos gritos en la terraza y he salido a ver qué pasaba. Estaban peleándose y he intentado separarles, pero les clavado la catana a los dos", explicaba poco después de la agresión un testigo de los hechos. "La espada les ha atravesado el cuerpo. Uno de ellos tenía al perro mordiéndole la pierna una y otra vez y no había manera de quitárselo de encima, pero le he dado varias patadas y al final lo ha soltado", relataba el hombre, que prefirió no revelar su identidad. "Había mucha sangre y cuando les hemos levantado la camiseta tenían las tripas por fuera. Entre todos les hemos taponado las heridas hasta que han llegado las ambulancias. No entiendo qué ha podido pasar. Los dos hermanos son gente del barrio y nunca han dado problemas", afirmaba el hombre, todavía impactado por la brutal agresión que presenció.