Una mujer de 43 años resultó herida ayer al caerle encima la cornisa de un balcón en mal estado cuando caminaba por una calle de Palma. La víctima recibió en la espalda el impacto de los bloques de piedra desprendidos del sexto piso, y aunque fue trasladada a una clínica su estado no era grave. La finca había sido sometida hace meses a una inspección que detectó deficiencias en la cornisa y estaba previsto que en los próximos días comenzaran las obras para repararla, según explicaron los vecinos.

Los hechos ocurrieron poco antes de las tres menos cuarto de la tarde en el número 20 de la calle Antoni Marquès, en la confluencia con Blanquerna. Carsten Scharmann estaba sentado en la terraza de un bar cuando escuchó un estruendo y vio cómo varios bloques de piedra caían sobre una mujer a apenas dos metros de él. "Iba caminando hacia 31 de diciembre cuando le han caído las piedras encima. Ha tenido mucha suerte, porque le han pasado a diez centímetros de la cabeza, pero le han dado en la espalda", explicaba este testigo. "Se ha quedado tirada en el suelo, quejándose de que le dolía mucho la espalda. Le hemos dicho que no se moviera y enseguida han llegado la Policía Local y las ambulancias", recordaba. "Ha sido un milagro que no le haya pasado nada más y que las piedras no hayan dado a más personas", afirmaba.

Los efectivos sanitarios comprobaron que la víctima presentaba contusiones en la espalda, pero su estado no era grave. El 061 le prestó los primeros auxilios, tras lo que una ambulancia privada la trasladó a una clínica y posteriormente a Son Espases para ser sometida a un reconocimiento y determinar el alcance exacto de las lesiones, informaron fuentes policiales y sanitarias.

Una dotación de los Bombers de Palma comprobó que no quedaban fragmentos de la cornisa sueltos y los agentes de la Policía Local, que inicialmente acordonaron la zona donde se produjo el desprendimiento, acabaron colocando unas vallas para evitar que los peatones pasaran por el lugar ante el riesgo de nuevos desprendimientos.

Los agentes confirmaron que los bloques que cayeron sobre la víctima formaban parte del alero de un balcón de la sexta planta del edificio, que data de los años 50. Pilar Sola, vicepresidenta de la comunidad de propietarios de la finca, explicó que los vecinos estaban al corriente del mal estado de la cornisa, detectado hace ya unos meses tras ser sometida a la Inspección Técnica de Edificios (ITE). "Vinieron los técnicos y vieron que estaba mal. En noviembre tuvimos una reunión extraordinaria de la comunidad, pero nos ha pillado el toro. Es un desastre. Estaban a punto de venir a arreglarlo, pero la empresa está terminando otras obras y todavía no han podido", afirmó Sola.

Los vecinos habían colocado una red de seguridad para tratar de contener los cascotes que pudieran desprenderse hasta que comenzaran las reformas. Algunos explicaron que en las últimas semanas ya habían caído trozos pequeños de la cornisa. Sin embargo, la red no pudo frenar los grandes bloques que se desprendieron ayer y que acabaron cayendo a la vía pública.

Estaba previsto que los técnicos municipales revisen el estado de la cornisa afectada para determinar si es preciso tomar alguna medida adicional para evitar nuevos accidentes.