­La Policía Nacional ha detenido en Palma a una de las ocho personas más buscadas por el Servicio Secreto norteamericano. El sospechoso, un dominicano de 37 años identificado como Juegers Veloz, está acusado de haber participado en un fraude de más de 250 millones de dólares mediante móviles clonados. Con la información que robaban de los teléfonos de las víctimas, reprogramaban otros aparatos que luego distribuían en el mercado negro. Sus ´clientes´ realizaban pagos periódicos por mantener el servicio, que les permitía realizar llamadas internacionales a costa de los perjudicados. Los afectados sufrieron un perjuicio que ronda los 17 millones de dólares. Veloz llevaba dos años viviendo en Mallorca y ha ingresado ya en prisión, a la espera de que la Audiencia Nacional resuelva sobre su extradición.

El Servicio Secreto estadounidense, una agencia federal que se encarga de la protección del presidente norteamericano y de perseguir delitos económicos graves, buscaba a Juegers Veloz desde principios de 2012. Según la acusación formulada por la fiscalía de Nueva York, el hombre formaba parte de una organización que entre 2009 y septiembre de 2011 obtuvo de forma irregular los datos de miles de teléfonos móviles de varios países. Con esta información, conseguida en parte gracias a la colaboración de empleados de una operadora china, lograban reprogramar otros aparatos y los distribuían en el mercado negro. Estos teléfonos permitían realizar todo tipo de llamadas que luego se cargaban a los titulares de los móviles clonados.

La organización estaba formada por doce personas que se repartían las funciones. Veloz era el encargado de facilitar la información sobre las víctimas y de reclutar a los nuevos miembros de la red. Los clientes de la banda realizaban pagos de manera regular a través de transferencias para mantener activos los teléfonos clonados. Estos les permitían realizar llamadas al extranjero a precios muy inferiores a los estipulados por las compañías. Con este fraude, los acusados habrían obtenido unos 250 millones de dólares, causando un perjuicio de 17 millones a los propietarios de los teléfonos que clonaban.

En febrero de 2012 cinco miembros de la organización fueron arrestados en Estados Unidos y se dictaron órdenes internacionales de detención sobre el resto. Veloz fue incluido en la lista de los más buscados por el Servicio Secreto norteamericano. La fiscalía de Nueva York informó entonces de que Juegers Veloz había sido interrogado por su implicación en el caso después de hallarlo en un domicilio de Reading (Pennsylvania) donde apareció material informático con el que se cometía la estafa. El dominicano explicó entonces que un ciudadano chino le había enviado esos equipos y le había pagado para mantenerlos operativos. Al parecer, Veloz huyó de Estados Unidos al conocer los cargos que pesaban sobre él.

Hace unos días, el grupo de Localización de Fugitivos de la Unidad de Delincuencia y Crimen Organizado (UDYCO) Central detectaron la presencia de Veloz en Palma. Los agentes de la Jefatura Superior de Balears comprobaron que el sospechoso estaba en la isla y el pasado jueves, a las once y media de la mañana y tras un discreto seguimiento, lo arrestaron en un locutorio de la ciudad. Según las pesquisas, el acusado llevaba casi dos años viviendo y trabajando en Mallorca.

Veloz fue trasladado a comisaría y el viernes fue puesto a disposición del juzgado de instrucción número 10 de Palma, en funciones de guardia. El sospechoso, representado por el letrado Alberto García Carpallo, fue conducido al centro penitenciario de la carretera de Sóller tras una breve comparecencia ante el magistrado. En los próximos días, el juzgado central de instrucción número 3 de la Audiencia Nacional decidirá sobre su extradición a Estados Unidos. La fiscalía de Nueva York le imputa cargos que suponen 20 años de cárcel.