Cuando han transcurrido casi 20 días desde que la adolescente Malén Zoe Ortiz fuera vista por última vez en la rotonda de Magaluf, la búsqueda del padre le ha conducido hasta el poblado de Son Banya. Allí, después de una pegada de carteles, contactó con uno de los hijos de ´La Paca´: ´El Ico´. "Ha ofrecido 3.500 euros de su bolsillo al que dé una pista fiable que conduzca hasta Malén", subraya Alejandro Ortiz.

La toma de contacto del progenitor con el asentamiento se hizo de una forma fortuita. "Alguien dijo haber visto que se llevaban a Malén en un coche gris. Reconocieron al conductor y cuando regresó al poblado no le dejaron salir y me avisaron", asegura Alejandro Ortiz.

Desde el mismo poblado avisaron a la Policía, que finalmente descartó que hubiera cualquier indicio de que la menor desaparecida hubiera viajado en dicho vehículo. A partir de este momento surgió una estrecha relación del padre con el hijo de la histórica matriarca de Son Banya. "Me dijo que él también tenía hijos y que estaba muy preocupado. Se ha puesto en contacto con toda la comunidad gitana de las islas para que la busquen. Por eso se le ocurrió poner el dinero de su bolsillo", señala.

Con más de dos semanas transcurridas desde la desaparición de Malén, Alejandro Ortiz desconfía de la hipótesis de que se deba a una fuga voluntaria. "Es mucho tiempo para que ella sola haya podido permanecer tanto tiempo fuera de casa. Alguien tiene que haberla cogido", indica.

El padre de la adolescente de 15 años reconoce que ha sido estricto con ella desde que quedó bajo su custodia, junto con su hermano de 12 años. Asimismo, Alejandro Ortiz afirma sin ambages que tiene motivos para sentirse presionada. "Cuando la acogí, con 13 años, pesaba setenta kilos. Tenía un principio de obesidad y la autoestima por los suelos", afirma.

Su expediente académico, según su padre, tampoco era especialmente alentador. "Le quedaban siete asignaturas y se juntaba con gente muy mayor. No recomendable", indica. "La jefa de estudios me dijo que lo mejor era que perdiera el año"

Entrenador personal

El padre se comprometió a cambiar ambos aspectos de la vida de Malén de manera expeditiva. "La apunté a un gimnasio de Santa Ponça y le puse un entrenador personal. Bajó 15 kilos y se quedó en 55 kilos".

Respecto a su posible fracaso escolar, Alejandro Ortiz afirma que decidió poner fin a esta tendencia. "Le dije a la profesora que a mi hija no le voy a enseñar a perder. Era muy rebelde y le dije que tenía que luchar. Le puse siete profesores particulares, uno por cada asignatura que tenía suspendida, y aprobó", recuerda.

Aunque hasta ahora ha mantenido un silencio escrupuloso en todo lo que hace referencia a la madre de Malén y su hermano, Alejandro Ortiz quiere salir ahora al paso de las afirmaciones que hizo ella en un vídeo. "Echó a su hijo y a su hija de casa. No les vio más durante 700 días". El padre asegura que su hija "no quería volver a verla".

El progenitor de la menor asegura que Malén le había anunciado su intención de emanciparse e irse a vivir sola cuando cumpliera los 18 años. "Yo no me opuse a ello. Le dije que se podía ir a una casa que tengo en Santa Ponça", puntualiza.

Un día después de su desaparición, Malén tenía una cita con el psicólogo. Alejandro Ortiz niega que esta fuera la causa de una posible fuga. "Tenía que ir a las dos de la tarde del martes y estaba ilusionada. Pagué por adelantado 30 sesiones. La madre no lo había permitido antes".