En los juzgados de Vía Alemania están acostumbrados a ver de todo, pero acampadas reivindicativas todavía no han vivido. A punto estuvieron el viernes a mediodía, cuando un hombre indignadísimo se presentó en el juzgado de guardia. Muy alterado, quería denunciar que su compañero de piso acababa de echarlo a la calle. Los funcionarios intentaron calmarlo y le explicaron que debía dirigirse a los juzgados de lo civil, en sa Gerreria. Pero, erre que erre, el hombre insistía con vehemencia. Los vigilantes de seguridad y los policías lo sacaron a la calle, pero entonces se sentó en el suelo del patio a modo de protesta. "¡Yo he sido legionario en Francia! ¡He tenido un negro bajo mi pie! ¡Para que ahora venga a echarme de mi casa... un negro!", gritaba. Los agentes lograron convencerlo para que se marchara, pero temían que fuera a otro edificio público y la volviera a liar.

Complicados abrazos

Triste y emotiva fue la escena que se vivió en la Audiencia de Palma tras un juicio por tráfico de drogas. Los acusados eran un recluso y su abuela de 84 años, que fueron condenados porque la mujer le entregó 26 papelinas de heroína durante una vis a vis en la cárcel. El joven, que cumple condena por otros delitos, fue excarcelado y permaneció esposado y custodiado por la Policía. Tras la vista, pidió permiso para abrazar a sus familiares, y los agentes aceptaron pero no le quitaron los grilletes. Así que el joven formó un círculo con sus brazos y sus allegados fueron pasando uno a uno por debajo para darle un abrazo. Y después, claro, volvió a prisión.

Tras los contrabandistas

El Servicio de Vigilancia Aduanera llevaba meses tras la pista de un buque que supuestamente transportaba una gran cantidad de tabaco de contrabando. Ante las sospechas de que la nave recalara en Balears, los investigadores movilizaron una de las mayores embarcaciones de su flota, que durante varios días permaneció en alta mar vigilando el Mediterráneo. Como si se tratase de una novela de aventuras, la gran embarcación de Aduanas de la Agencia Tributaria, que suele utilizarse en macrooperaciones contra el narcotráfico en Sudamérica, tuvo que superar un temporal de espanto. A finales de noviembre y principios de diciembre, el viento y la lluvia se cebaron especialmente con las costas de Balears. La nave de los investigadores no pudo llegar a tierra para no levantar ningún tipo de sospecha. Siguió navegando por alta mar hasta que la tempestad amainó. Las casi tres semanas de mal tiempo constituyeron otra dificultad añadida para la tripulación de la nave, que se quedó casi sin víveres a bordo. Al final, todos los esfuerzos dieron sus frutos. Aduanas interceptó el buque sospechoso, que presuntamente había zarpado de Egipto, se incautó de una gran cantidad de tabaco y dos de los seis detenidos ingresaron en prisión.

Polémico homenaje

El jefe superior de Policía, Antonio Jarabo, y la delegada del Gobierno, Teresa Palmer, han homenajeado esta semana a los once agentes que se han jubilado en 2013 tras una media de 33 años de servicio en el cuerpo. El sindicato Unión Federal de Policía (UFP) criticó que su exsecretario, Jaime Mulet, no había sido invitado al acto de reconocimiento. La organización apuntó que a Mulet se le abrieron más de 20 expedientes disciplinarios durante los 41 años que estuvo en el cuerpo y que todos fueron resueltos a su favor. "Defender los derechos de los más débiles frente a los poderes establecidos se paga", sentenció la organización.

Confusa agresión

La Policía Local acudió de madrugada a un domicilio de Palma donde supuestamente un hombre estaba agrediendo a su mujer. Al llegar comprobaron que la supuesta víctima era un travesti peruano sin apenas lesiones, mientras el presunto maltratador había recibido varios golpes en la cabeza y sangraba en abundancia.