Durante las cinco horas que duró el juicio hubo momentos de gran tensión, especialmente del fiscal con un testigo y un perito. El agente de la Guardia Civil que elaboró el informe técnico sobre el siniestro respondió hasta en tres ocasiones que pidieron el análisis de sangre del acusado "por el tipo de accidente" sin dar más explicaciones, lo que le valió una dura reprimenda del fiscal para que fuera más preciso. "¿Es posible que influyera en el siniestro el hecho de que tuviera dos gramos y pico de etanol por litro de sangre?", le preguntó airado el ministerio público.

"Puede ser", respondió lacónicamente el guardia. Tras su declaración, el fiscal pidió a la magistrada que se dedujera el testimonio del agente para dar cuenta a la Guardia Civil de "la calidad del atestado y de la declaración". La fiscalía también tuvo varios encontronazos verbales con el psiquiatra que examinó al sospechoso al entender que no respondía a sus preguntas.