La Guardia Civil sorprendió la semana pasada a un hombre cuando cazaba ilegalmente pájaros en las inmediaciones de un torrente de Santa Ponça. Los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) comprobaron que el cazador utilizaba pegamento de atrapar ratas, además de un jilguero enjaulado como reclamo, para capturar las aves, unos procedimientos masivos que están prohibidos.

Los investigadores formularon tres denuncias administrativas por usar métodos prohibidos, por carecer de autorización de la Conselleria para capturar aves y por no estar anillado el jilguero. La Guardia Civil también intervino dos jaulas, pegamento, una botella de aceite y tijeras y procedió a la suelta del jilguero.