El tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Palma ha condenado a Alejandro de Abarca, ´el Enano´, a 33 años y medio de prisión por el asesinato de Ana Niculai. La sentencia llega una semana después de que el jurado popular declarara al acusado culpable de dar muerte a la joven rumana en julio de 2010.

En la sentencia, el tribunal impone a ´el Enano´ una pena de 25 años de prisión por el delito de asesinato alevoso con ensañamiento. Además, le impone una pena de seis años por robo con violencia, con la agravante de reincidencia; y seis meses más por conducir sin carné.

Alejandro de Abarca deberá indemnizar con 1.100.000 euros a la familia de Ana Niculai. Asimismo, le prohíben comunicarse con los familiares de la víctima por un tiempo de diez años.

La Fiscalía solicitaba 44 años y medio de prisión mientras que las acusaciones particulares, en representación de la familia y la pareja de la víctima, reclamaban un total de 47. La defensa del acusado pedía, por su parte, que su patrocinado fuese condenado en el grado mínimo que corresponde a cada uno de los delitos que pesan sobre él.

De Abarca fue juzgado por el Tribunal del Jurado de la Audiencia que dictó veredicto de culpabilidad el pasado 15 de noviembre.

La sentencia dictada hoy considera probado que de Abarca sorprendió a la joven en un aparcamiento cercano al bar donde trabajaba a las 7.30 horas de la mañana del 19 de julio de 2010, la obligó a meterse en su propio coche, le robó el bolso y posteriormente condujo toda la mañana por diferentes municipios de Mallorca y la obligó a consumir heroína inyectándosela a la fuerza.

Sobre las 20.00 horas, 'el Enano' condujo a un lugar apartado, el Camí de s'Amarador de Muro, ató y amordazó a Niculai, la introdujo en el maletero del coche, roció su cuerpo y el coche con gasolina, prendió fuego al vehículo y abandonó el lugar de los hechos en bicicleta. La joven murió de asfixia.

La sentencia señala que por el modo en que se produjo la secuencia de los hechos, por los medios que utilizó el agresor y por las circunstancias personales de Niculai, la joven "no tuvo posibilidad alguna de defenderse". "Por la mecánica comisiva, la fallecida sufrió un prolongado e innecesario dolor antes de producirse la muerte", añade el fallo judicial.

Según la sentencia, el acusado tenía todos los elementos necesarios para matar a la víctima desde primera hora de la mañana pero "alargó innecesariamente" su padecimiento.

De Abarca cometió los hechos con intención de privar de libertad a la joven y matarla y además tuvo la intención de destruir todas las pruebas que le pudieran incriminar, señala la sentencia.

Aunque el Enano aseguró en el juicio que ese día estaba muy drogado y no fue capaz ni de cambiar la rueda pinchada del coche, la sentencia señala que cometió el crimen "con sus facultades intelictivas y volitivas en perfecto estado".

La magistrada presidenta del Tribunal, Mónica de la Serna, asegura en la sentencia que el Jurado tuvo "un rico cuadro de prueba" y pluralidad de medios probatorios durante el juicio, mediante los testimonios de varios testigos que vieron al agresor y a la víctima a lo largo del 19 de julio de 2010, así como por las explicaciones dadas por los peritos.