La Sección Primera de la Audiencia de Palma ha celebrado hoy el juicio contra Leslie E. O., una mujer acusada de un delito contra los derechos de los extranjeros que ha admitido haber traído irregularmente a ciudadanos filipinos a Mallorca en 2004 y se ha conformado con una pena de 6 meses de prisión.

La pena de prisión será sustituida por una multa de 1.440 euros (12 meses de condena, a razón de 4 euros diarios), según ha explicado la fiscal durante el juicio por conformidad celebrado esta mañana en la Audiencia, que ha quedado visto para sentencia.

La petición de condena ha sido rebajada de los 6 años de cárcel que solicitaba inicialmente el Ministerio Público a 6 meses al aplicar las atenuantes de reparación del daño y dilaciones indebidas en el proceso judicial.

El juicio de hoy es el segundo que se celebra por estos hechos, de los que estaban acusadas dos mujeres, la primera como principal responsable de lo ocurrido y Leslie E.O., como intermediaria. Al primer juicio no acudió la mujer que hoy ha aceptado las acusaciones, por encontrarse fuera de España.

Por el primer juicio, también de conformidad, ya fue condenada a una pena de 2 años de cárcel el pasado verano la otra mujer, Leticia G.L., considerada la principal responsable de organizar los viajes de sus compatriotas a Mallorca, para lo que les facilitaba pasaportes falsos a cambio de dinero, de manera que permanecían en el país sin la correspondiente autorización administrativa.

Mediante este sistema, trajeron a dos mujeres a Mallorca desde Filipinas, a una de ellas vía Zurich y a la otra con escala en Madrid. De la primera cobraron 4.000 euros y de la segunda 1.547. Además recibieron otros 4.280 euros de una tercera mujer que nunca llegó a viajar a España.

La Sección Primera de la Audiencia de Palma dictó sentencia el pasado julio contra la primera acusada y la condeno a 2 años de cárcel con su propia conformidad, y a pagar 1.547 euros en concepto de responsabilidad civil a una de sus víctimas y 4.280 euros a otra, que son las cantidades que percibió de ambas. La tercera perjudicada no reclamó ninguna cuantía.