­Diez miembros de una banda de narcos que traía a Palma grandes partidas de cocaína fueron condenados ayer a penas de entre dos y tres años y medio. Los procesados reconocieron en la Audiencia Provincial que importaban la droga desde la República Dominicana a través de correos humanos, que cobraban unos 3.000 euros por el viaje, y que luego la adulteraban en la isla antes de distribuirla. El tribunal absolvió a otros tres procesados después de que el ministerio público retirase la acusación contra ellos y puso en busca y captura a la supuesta cabecilla de la banda, que no se presentó en el juicio.

La red, formada por dominicanos, uruguayos, venezolanos y españoles, actuó en Mallorca entre junio de 2010 y febrero julio de 2011, cuando fue desarticulada. La organización actuaba con un claro reparto de funciones. Los líderes gestionaban la adquisición de grandes partidas de cocaína en la República Dominicana, mientras el resto de miembros se encargaban de comprar abundantes cantidades de sustancias de corte, como lidocaína y fenatecina, con las que adulteraban la droga a su llegada a Palma y la distribuían en varios puntos de venta. Los traficantes se servían de correos humanos a los que contrataban para que viajaran al país sudamericano y regresaran con la cocaína a cambio de unos 3.000 euros.

La Policía detectó que en mayo de 2011 que la banda estaba preparando la llegada de una partida de un kilo y medio de cocaína desde República Dominicana, pero la operación no fructificó por el alto precio que pedían los proveedores. Días después, los investigadores interceptaron en Son Sant Joan a un correo que llevaba 109 gramos de droga que había recogido en Madrid y en el puerto de Palma a otra ´mula´ procedente de Barcelona que traía otros 386 gramos ocultos en 40 dátiles que llevaba escondidos en los calzoncillos.

A finales de junio de 2011, los agentes encargados del caso irrumpieron en tres domicilios de los acusados, situados en las calles Aragó y Can Faixina. Allí se encontraron en total un kilo y medio de cocaína y otros dos de sustancias de corte, así como diversos útiles para la manipulación de la droga y más de 80.000 euros en efectivo.

La fiscalía solicitaba para los catorce procesados, cuatro de los cuales están encarcelados, penas de entre cinco y seis años de prisión, que ayer rebajó tras alcanzar un acuerdo con las defensas. Los cuatro cabecillas de la organización aceptaron penas de tres años y medio de prisión, mientras otros seis sospechosos se conformaron con entre dos y tres años. Los otros tres procesados fueron absueltos después de que el fiscal retirase los cargos contra ellos. La supuesta jefa de la banda, una joven 24 años y origen cubano, no acudió a la vista, por lo que el tribunal dictó una orden de búsqueda y captura contra ella.