Un ciudadano nigeriano de 33 años fue detenido el pasado miércoles en Palma después de que presuntamente agrediera a su mujer para impedir que fuera a la calle. Ante los policías locales que acudieron al lugar después de que la víctima pidiera auxilio a gritos desde una ventana el individuo manifestó que su religión prohíbe a las mujeres salir de casa hasta pasados tres meses después de dar a luz. Ella se negó a presentar denuncia contra su marido.

Según informaron ayer fuentes policiales, los hechos ocurrieron sobre las doce del mediodía del pasado miércoles, cuando varios vecinos llamaron al 092 alertando de que había una mujer que pedía ayuda a gritos desde una ventana, en un domicilio de la calle Pere II de Palma.

La patrulla policial que acudió al lugar tuvo que llamar varias veces hasta que consiguieron que les abrieran la puerta. Resultó ser una niña de cuatro años quien les dejó pasar. En el interior de la casa se encontraba una pareja, nigerianos de 33 y 34 años, y otros dos niños: una niña de seis años que sujetaba en brazos a un bebé de tres semanas de edad.

La mujer, que tenía en el cuello claras marcas de unos dedos, explicó a los policías que había mantenido una discusión con su marido porque tenía que ir a buscar a otro de sus hijos, de un año de edad, a la escoleta, y él no la dejaba salir.

El hombre mantuvo delante de los policías que su mujer no podía salir a la calle por motivos religiosos. Dijo que su religión prohibía ir por la calle a las mujeres que han dado a luz hasta que los bebés cumplen tres meses.

Los policías le explicaron al hombre que estas normas no rigen en España, y que él no podía prohibir a su mujer que saliera a la calle, lo que suponía un delito de retención ilegal. Ante los indicios de que la había maltratado, procedieron a detenerle por un supuesto delito de violencia doméstica.

La víctima se negó a presentar denuncia contra su cónyuge.