El parque de bomberos de Son Malferit se vistió ayer de gala para un evento poco habitual: una boda. El sargento Andreu Munar y su pareja, Mari, escogieron el recinto para darse el sí quiero en una ceremonia civil oficiada por el regidor de Seguridad Ciudadana de Cort, Guillem Navarro. Durante ceremonia sonó la alarma por un gran incendio declarado en unos enormes depósitos de combustible a las afueras de Palma, pero solo fue una broma de los compañeros de Munar. Los recién casados abandonaron el recinto entre los vítores de sus familiares y recorrieron una alfombra de blanca espuma como marcan los cánones, con el novio llevando en brazos a su flamante esposa. ¡Enhorabuena a los dos!

No es lugar para niños

El jueves muchos vecinos de Inca se congregaron a las puertas de un bar n el que la Guardia Civil llevaba a cabo un registro por drogas. Entre los curiosos había muchos niños entusiasmados por el despliegue. Uno de ellos le recriminó a otro que tuviera allí a su hermano pequeño: "¿Pero no ves que esto no es sitio para niños, que aquí hay droga?". Una reflexión que sería aceptable si no fuera porque el autor apenas tenía ocho años.

Otro caos en los juzgados

Funcionarios judiciales y abogados andan muy quemados con el nuevo sistema automático de aviso telefónico a los letrados del turno de oficio. Con el inicio del curso judicial, el invento se ha desbordado, provocando retrasos de hasta tres horas en la atención a detenidos.

Un collar poco elegante

Los Bombers de Palma tuvieron que auxiliar ayer a un niño de tres años que se puso un reductor de taza de váter en el cuello y no se lo podía sacar.

Merecida jubilación

Damián García, un guardia civil con casi cuarenta años de servicio a sus espaldas, celebró hace unos días en Palma su merecida jubilación. El coronel Basilio Sánchez Rufo y el coronel Barceló le entregaron una placa en señal de reconocimiento y alabaron que haya llegado "en plena forma" para disfrutar de la jubilación. Decenas de compañeros no se perdieron el posterior convite.