­La fiscalía solicita una pena de ocho años de prisión para un ciudadano extranjero, presunto miembro de una organización internacional de timadores, que habría estafado 389.000 euros a un vecino de sa Pobla con falsas inversiones en una empresa biofarmacéutica. Los supuestos estafadores convencieron a la víctima para que ingresara grandes cantidades de dinero en una cuenta de un banco en Chipre con la promesa de obtener una alta rentabilidad.

Según el escrito de la acusación pública, el acusado, de 65 años, formaba parte de una organización criminal internacional que se dedicaba a captar grandes cantidades de dinero de inversores con la promesa de elevados beneficios. La banda constituyó una entidad mercantil en Panamá, creó una página web para ofrecer sus servicios financieros e instaló una central de llamadas en Londres, desde donde se dedicaban a captar víctimas.

En 2002 contactaron con un vecino de sa Pobla, al que ofrecieron la posibilidad de comprar acciones de una empresa internacional de biofarmacia. Durante los años siguientes, la víctima ingresó en una cuenta de un banco de Chipre 386.000 euros. La organización, según el fiscal, se apoderó de este dinero sin adquirir ninguna acción.