Un submarinista encontró el jueves por la tarde una bomba, al parecer de la Guerra Civil, en el fondo del mar a unos 50 metros de la orilla de la playa de sa Coma, en Sant Llorenç. El hombre dio aviso de inmediato a la Guardia Civil, que envió a los buzos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) para que lo inspeccionaran. Tras comprobar que se trataba de un artefacto explosivo, los agentes acordonaron la zona para impedir que los bañistas se acercaran a él y una lancha del instituto armado permaneció en la zona durante toda la jornada de ayer para garantizar la seguridad.

Desde la Comandancia de Palma se dio aviso de lo ocurrido al Ejército para que se hiciera cargo de la bomba. Estaba previsto que la Armada enviara un buque desde Cartagena para que los artificieros llevaran a cabo una explosión controlada del artefacto. Ayer a última hora de la tarde, la Guardia Civil desalojó a los bañistas.