El presidente, José Ramón Bauzá, se ha desplazado esta mañana al ayuntamiento de Andratx desde donde sigue la evolución del incendio de Andratx, que ya ha calcinado 1.600 hectáreas. Bauzá ha llegado al consistorio, desde donde se coordinan las labores de extinción, alrededor de las 12 del mediodía.

Bauzá ha expresado su "sensación de impotencia" ante el incendio que desde mediodía de ayer afecta a una extensa zona de pinar del municipio Andratx en la que ya se han quemado 1.600 hectáreas.

En una comparecencia ante los medios tras participar en una reunión de coordinación del operativo de extinción, Bauzá ha subrayado que este incendio plantea una "situación muy complicada" por las dificultades orográficas para el acceso con medios terrestres a los frentes por los que se extiende el fuego.

"La imprudencia hace que ahora mismo en torno a 1.600 hectáreas estén ardiendo", ha dicho Bauzá en referencia a la quema de rastrojos por parte de un vecino de la zona de sa Coma Freda que, presuntamente, fue el origen del incendio.

Por ello, y ante la ola de calor que está atravesando el archipiélago, el presidente ha subrayado que Baleares está "en alerta máxima" y es imprescindible extremar las precauciones para prevenir nuevos incendios.

"Que nadie haga nada que pueda suponer un riesgo para todos. La imprudencia de una persona ha originado que hoy el patrimonio de todos se esté quemando", ha subrayado el jefe del ejecutivo autonómico en unas declaraciones difundidas por el Govern.

"Centenares de años se han perdido en minutos por una imprudencia", ha insistido Bauzá, para quien "el impacto ecológico" de este incendio aún descontrolado "es terrible, absolutamente dramático".

El presidente ha agradecido el trabajo que están desarrollando todos los cuerpos de emergencias involucrados en el operativo y ha encomiado especialmente la labor de los voluntarios.

Ha subrayado también que está en contacto con los ministros de Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, y de Defensa, Pedro Morenés, por si fuera necesario solicitar más refuerzos.

Esta noche llegará a Mallorca un nuevo batallón con 70 especialistas de la Unidad Militar de Emergencias UME para relevar a sus compañeros que viajaron por la noche y trabajan en la zona desde primeras horas de la mañana.

Cuatro hidroaviones, tres de ellos procedentes de la península y tres aviones de carga en tierra arrojan agua sobre los frentes del fuego, que durante la noche ha seguido avanzando propiciado por los vientos variables registrados en la zona.

Unas 275 personas, entre bomberos, agentes del Instituto Balear de la Naturaleza (Ibanat), de Protección Civil y cuerpos de seguridad, entre otros cuerpos, trabajan frente al fuego, con especial incidencia en los flancos de Sant Elm y Estellencs, este último casi estabilizado gracias a los medios aéreos.

Junto a los aviones, los tres helicópteros que el Ibanat tiene en Baleares y otros cuatro desplazados desde la península también realizan descartas sobre el fuego, coordinados todos por una avioneta de vigilancia desde la que se establecen las prioridades.

Desde que comenzará el fuego han sido desalojadas casi una treintena de viviendas aisladas en las áreas de sa Coma Freda y sa Coma Calenta, la Trapa, s'Arracó y Sant Elm, aunque ninguna personas se ha visto afectada directamente por el fuego y, por el momento, tampoco ha ardido ninguna casa.