­La fiscalía solicita cinco años de prisión para un vigilante de seguridad de Son Sant Joan acusado de quedarse una saca con 800.000 euros que debía custodiar a su llegada a la isla procedente de Menorca. El sospechoso habría aprovechado un error en el documento adjunto al envío, en el que figuraba una caja menos de las que en realidad se trasladaban. Según el fiscal, el procesado se llevó el bulto a Son Banya, donde lo abrió. El dinero, propiedad de cuatro entidades bancarias, no ha sido recuperado.

El sospechoso, de 48 años, trabajaba como vigilante de seguridad en el aeropuerto de Palma y se encargaba de descargar, custodiar y trasladar los envíos de dinero en efectivo desde los aviones hasta un almacén. El 12 de julio de 2012, según el relato del fiscal, recibió el aviso de que esa tarde llegarían en un vuelo procedente de Menorca cuatro cajas de seguridad con sacas en su interior. Cuando acudió a cubrir este servicio, descubrió que en realidad eran cinco las cajas que había en la bodega del avión.

Así, el procesado supuestamente depositó las cuatro valijas que figuraban en el documento que había recibido y se apropió de la quinta. Acto seguido se dirigió al poblado de Son Banya, donde abrió la caja y ocultó los 802.798 euros que había en ella antes de regresar a su puesto de trabajo. El dinero, que pertenecía a cuatro entidades bancarias, no ha sido recuperado. Las empresas afectadas han sido resarcidas por la compañía de seguridad y la aseguradora de esta.

El ministerio público considera que estos hechos constituyen un delito de apropiación indebida de especial gravedad, por lo que reclama una pena de cinco años de prisión para el acusado, que está en prisión desde que fue detenido cuatro días después del robo. El fiscal pide además que devuelva el dinero desaparecido.

Está previsto que el juicio se celebre el próximo martes en la Audiencia Provincial de Palma.