Un turista alemán fue juzgado ayer en Palma por un homicidio imprudente como presunto responsable de un grave accidente de tráfico ocurrido a finales de septiembre de 2007 en Sóller en el que un joven motorista falleció. La víctima, de 19 años, circulaba en sentido al Port de Sóller en una motocicleta Yamaha, que tenía limitada la velocidad, cuando en las proximidades del túnel de sa Mola se topó en mitad de la calzada con un turismo que conducía el acusado, quien pretendía hacer un giro antirreglamentario. Trató de esquivar el coche, pero le fue imposible, por lo que, tras impactar contra el lateral del automóvil, salió despedido, chocó contra un muro y siguió desplazándose hasta detenerse a unos cien metros de distancia. El joven murió en el lugar de los hechos.

El sospechoso, un ciudadano germano que en esas fechas se encontraba de vacaciones en la isla, compareció ayer en el juzgado de lo penal número 4 de Palma. El hombre manifestó que no vio al motorista en ningún momento, pese a mirar a un lado y otro de la carretera. Según su versión, salía de un cruce y pretendía incorporarse a la vía, girando hacia la izquierda en sentido hacia Sóller, cuando de repente notó un gran impacto en su vehículo como si se tratara de "un meteorito".

El conductor admitió que la maniobra de girar a la izquierda era incorrecta, ya que en ese tramo había una línea continua, pero insistió en que no se percató de que el motorista se aproximaba.

La fiscalía solicitaba en un principio una pena de multa y un año de privación del carné de conducir para el imputado por una falta de homicidio imprudente, pero ayer modificó sus conclusiones y pidió una condena de dos años de cárcel y privación del carné de conducir durante seis años al calificar los hechos como un delito de homicidio imprudente. Mientras, el letrado de la acusación particular reclamó nueve años de prisión por un delito de homicidio por imprudencia grave y otro contra la seguridad del tráfico, además de la prohibición del derecho a conducir vehículos a motor por un periodo de diez años. Por su parte, los abogados defensores pidieron la libre absolución.

Septiembre de 2007

Los hechos enjuiciados se remontan al pasado 29 de septiembre de 2007, sobre las ocho y cuarto de la tarde, cuando se produjo la colisión entre una motocicleta y un coche en la carretera de Sóller al Port, en las cercanías del túnel de sa Mola. Un guardia civil de Tráfico que participó en la investigación del siniestro explicó ayer que llegaron a dos conclusiones sobre las causas del suceso: un cambio de sentido incorrecto por parte del conductor del turismo o bien un posible exceso de velocidad por parte de la motocicleta.

El agente indicó que el acusado hizo un giro antirreglamentario en un tramo recto con una línea continua: "El coche quedó cruzado en una intersección. Es un lugar peligroso porque está prohibido atravesar por allí. De hecho, por eso hay una línea continua". Además, añadió que creía que el motorista había excedido la velocidad máxima permitida (90 kilómetros por hora) porque la motocicleta quedó partida por la mitad. Unos peritos, entre ellos un guardia civil, calcularon que la víctima circulaba a 98 o 99 km/h, mientras que otro apuntó a 134 o 140 km/h. Varios testigos explicaron que el conductor debería haber visto la moto porque se oía bastante.