Agentes de la Policía Local de Palma, con la colaboración de Policía Nacional, Inspección de Trabajo y técnicos de la Conselleria de Sanidad, examinaron durante la noche del viernes nueve restaurantes de comida china de la ciudad. En uno de los locales se detectaron graves deficiencias sanitarias, como falta de higiene, productos caducados y carne congelada sin etiquetar, mientras que en los otros ocho se observaron irregularidades en el transporte de la comida a domicilio, ya que se realizaba sin compartimentos adecuados.

La Policía Local llevaba tiempo investigando una serie de restaurantes chinos de Palma, ante las sospechas de que podrían estar incurriendo en diversas irregularidades, desde falta de documentación hasta el empleo de trabajadores sin contrato o deficiencias sanitarias. Tras delimitar el cerco a nueve establecimientos sospechosos, en la noche del viernes se puso en marcha un operativo de inspecciones, en los que se solicitó la intervención de agentes de la Brigada de Extranjería de la Policía Nacional y de técnicos de la Inspección de Trabajo y de la conselleria de Sanidad.

Entre los nueve establecimientos examinados hubo uno en el que se detectaron las deficiencias más graves. Los inspectores encontraron una cámara frigorífica llena de piezas de carne en bolsas de plástico, que no tenían ninguna clase de etiquetado. A simple vista resultaba imposible determinar de qué clase de carne se trataba ni cuánto tiempo llevaba congelada. También había productos, utilizados para realizar salsas, caducados hacía cuatro meses, y la cocina presentaba una evidente falta de higiene.

Los técnicos de Sanidad abrieron un acta y dieron a los responsables un plazo de diez días para solventar todas las deficiencias detectadas. Pasado este plazo se realizará una nueva inspección y se mantiene la situación se clausulará el establecimiento.

En los otros ocho establecimientos se detectaron deficiencias en el transporte de la comida a domicilio. Los repartidores no contaban con un depósito habilitado para llevar los alimentos y lo metían en bolsas en el hueco dispuesto para meter el casco.

Se comprobó que cuatro de los restaurantes no tenían licencia de apertura y funcionamiento, mientras que la Policía Nacional identificó a 50 personas, para determinar si estaban legalmente en España e Inspección de Trabajo realizó diversas citaciones para revisar la situación laboral de los empleados.