­La Audiencia de Palma ha condenado a ocho años de prisión al líder de una banda de rumanos especializada en falsificar tarjetas de crédito con las que luego realizaban compras en comercios de la isla por importe de miles de euros entre 2006 y 2007. La sala considera al cabecilla culpable de los delitos de falsificación, estafa y falsedad en documento mercantil. A otra sospechosa, el tribunal le impone cinco años de cárcel por fraude tras duplicar las tarjetas. El resto de la banda ha sido sentenciado a penas menores por estafa o bien por receptación.

El principal sospechoso obtuvo los datos de las tarjetas con un dispositivo electrónico que simulaba la ranura de un cajero automático y luego duplicaba las tarjetas. Así, pudo estafar 2.400 euros en un supermercado de Calvià, 2.300 euros en una tienda de telefonía o 5.900 en un estanco tras realizar compras. La otra acusada usó otra tarjeta falsa en una joyería.