La Guardia Civil ha detenido a los siete integrantes de una banda dedicada a vender en Mallorca cocaína procedente de Venezuela, para lo que empleaban en ocasiones a un menor de edad.

En la operación, bautizada "Benelux" por el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidrogas (EDOA) que la ha llevado a cabo, se han intervenido 670 gramos de cocaína de gran pureza, 17 kilos de sustancias químicas para mezclar con la droga y obtener mayor cantidad, 13.000 euros en metálico, básculas de precisión, aparatos de prensado, teléfonos móviles y ordenadores.

Según informa la Guardia Civil en un comunicado, la investigación comenzó el pasado abril al identificarse a una mujer venezolana como la responsable de una red de distribución de cocaína en Mallorca que le suministraba su marido desde su país.

Esta mujer, residente en Palma, recibía la droga, la mezclaba con otros componentes y la vendía como si fuera de gran pureza a traficantes locales, que a su vez la "cortaban" y la comercializaban entre sus clientes.

"Al venderla a distribuidores locales, limitaban el riesgo de tener demasiados clientes" y controlaban el entorno en el que desarrollaban su actividad delictiva, indica la Guardia Civil.

El grupo tenía como base de operaciones un piso en Palma que cambiaba con frecuencia para evitar sospechas, vivienda que se empleaba como "laboratorio" y en la que, junto a la cabecilla, vivía una pareja y su hijo de 17 años que distribuían la droga.

Cuando confirmaron que la banda "iba a sufrir un cambio en su jerarquía" y a cambiar nuevamente de domicilio, los investigadores pusieron en marcha la operación de desmantelamiento, desarrollada anteayer y ayer en Palma y Magaluf, respectivamente.

Dos de los detenidos son dominicanos, dos venezolanos, uno cubano, otro español y el menor tiene nacionalidad holandesa.