La Audiencia de Palma inició ayer el juicio contra tres presos que presuntamente proporcionaron droga a otro interno, quien quedó en estado de coma profundo debido a una sobredosis de heroína a finales de 2009 en el módulo de educación y respeto del centro penitenciario de la ciudad. Se trata de una zona terapéutica, cuyo principal objetivo es la desintoxicación de los reclusos.

Los tres imputados que en noviembre de 2009 se hallaban encarcelados en Palma negaron los cargos. La fiscalía solicita para ellos penas que oscilan entre los cinco y seis años de prisión por un delito contra la salud pública.

El interno perjudicado, que estuvo ingresado en el hospital de Son Dureta durante más de 15 días tras sufrir una sobredosis de opiáceos, ayer al mediodía se retractó ante la sala de sus primeras declaraciones y alegó que no recordaba quién le había vendido las sustancias estupefacientes. "No me acuerdo de nada", insistió el testigo. En un primer momento, el joven había revelado que había comprado dos rocas de heroína a los tres acusados en el módulo terapéutico, si bien ayer dijo que no lo recordaba. "Lo que dije fue bajo coacción del director del centro penitenciario", precisó. Según su versión, el máximo responsable de la cárcel le empezó a preguntar directamente por los tres sospechosos y acudió constantemente a la enfermería a verle y a presionarle para que le dijera si habían sido ellos. "Yo le dije que no recordaba nada", destacó el joven, que a raíz de estos hechos fue sancionado con 30 días de privación de paseo y además le cambiaron de módulo.

La mayoría de testigos coincidió con este recluso al indicar que ellos también fueron presionados por el entonces director de la prisión, quien les insistió en que relataran todo lo ocurrido en una carta porque, de lo contrario, podrían perder los beneficios o permisos. Sus testimonios también fueron contradictorios durante el juicio y se desvincularon de lo sucedido. "No recuerdo nada", "hace bastante tiempo", "yo no escribí esa carta; esa no es mi firma ni mi letra", "estaba presionado", se excusaron los compañeros de módulo del perjudicado. Solo uno de ellos precisó que uno de los encausados, la mañana del 14 de noviembre de 2009, le ofreció consumir droga y él se negó. Ese día sufrió la sobredosis el otro preso.

Por su parte, el entonces director de prisión, Manuel Avilés, negó en rotundo haber amenazado o presionado a algún interno: "Yo no les exigía nada. Solo hablaba con ellos". Según él, lo que supo fue por las cartas de los presos y por lo que le dijo el perjudicado.