Andrés R.G., el asesino confeso de la catana que el pasado 10 de abril mató a cuchilladas a una antigua compañera de trabajo, Catalina Frontera, en la finca de Bunyola donde esta empezaba su jornada laboral como ama de llaves, fue excarcelado ayer por la mañana para ser examinado por el psicólogo forense.

El hombre, al que inicialmente se le imputa un delito de asesinato, fue trasladado también a los juzgados de Vía Alemania de Palma la semana pasada para ser explorado por un forense. Los facultativos tratarán de determinar si el sospechoso padece algún tipo de trastorno mental. Andrés R.G. admitió en su declaración judicial en abril que mató a la víctima porque por su culpa se había quedado sin trabajo. Según su versión, ese día había fumado varios porros y había bebido alcohol.