Un juzgado de Palma ha condenado a un acupuntor coreano por abusar sexualmente de una joven paciente en su consulta en Porreres a principios de 2007. El imputado, natural de Finge (Corea del Sur) de 54 años de edad, acarició los pechos a la víctima, la intentó besar y le lamió el rostro cuando esta se hallaba tumbada en una camilla en ropa interior y con agujas clavadas por todo el cuerpo.

La magistrada ha impuesto al terapeuta, de gran prestigio y con una dilatada experiencia profesional, una pena de nueve meses de prisión por un delito de abuso sexual. La jueza también le prohíbe ejercer su profesión de acupuntor por el mismo periodo de tiempo. El hombre actualmente trabaja en un centro en la provincia de Barcelona. Además, deberá indemnizar a la perjudicada con 2.400 euros por los perjuicios físicos y morales sufridos al haber padecido ansiedad. La sentencia, que no es firme, fija esta cantidad al tener en cuenta que, tras lo sucedido, el acusado llamó a la paciente por teléfono en reiteradas ocasiones, lo que intensificó su estado de ansiedad.

La magistrada ha apreciado la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas como muy cualificada, ya que el procedimiento estuvo paralizado un año por causas no imputables al sospechoso y en varias ocasiones durante varios meses, por lo que el juicio finalmente acabó celebrándose seis años después de ocurridos los hechos. El fallo destaca que el imputado aprovechó su condición de acupuntor para someter a tocamientos a la paciente.

Según se declara probado en la sentencia, el pasado 19 de enero de 2007, sobre las ocho de la tarde, el hombre abusó de una joven paciente en su consulta de terapia de acupuntura en el local parroquial de Porreres. La clienta en esos momentos se hallaba tumbada en una camilla con ropa interior. El acusado aprovechó que no estaba presente su ayudante para acariciar los pechos e intentar besar a la perjudicada. Esta giró la cabeza para impedírselo y el acupuntor entonces le lamió el rostro y los labios con su lengua. Al final, la víctima logró zafarse de él, si bien sufrió un cuadro de ansiedad, precisó tratamiento psicológico y tardó en curar 90 días.

La sentencia otorga mayor credibilidad a la versión de la paciente, que fue coherente y no entró en contradicciones. Además, el fallo destaca que "en absoluto" se ha acreditado el móvil espúreo por una disputa económica que alegaba el acupuntor, quien sí que incurrió en "contradicciones relevantes" y cambió su versión, según la magistrada.