La banda de paramilitares de-sarticulada a principios de año por la Guardia Civil por perpetrar siete violentos asaltos a chalés de lujo de Mallorca con armas de guerra y con técnicas de comando podría estar detrás de otros cuatro espectaculares robos en Carrefour. La Policía Nacional está investigando la implicación de los cuatro miembros de la organización, entre ellos un sargento del Ejército y dos exmilitares que pertenecieron a grupos de operaciones especiales, presos desde el pasado 1 de marzo en la denominada "operación Kraken", en al menos otros cinco atracos, la mayoría cometidos en el centro comercial palmesano entre 2009 y 2012. Varios de los sospechosos ya han sido excarcelados y trasladados a la Jefatura Superior de Policía para declarar sobre estos nuevos hechos. Alguno de ellos ha confesado su participación en los robos en Carrefour.

Los agentes les imputan un rosario de asaltos perpetrados en el centro comercial en los últimos años, además de otro golpe en un domicilio en Can Pastilla. Entre ellos destaca un caso que se remonta a 2009, cuando los ladrones robaron un camión militar en la base General Asensio, en Palma, y se dirigieron con él de madrugada por la Vía de Cintura hasta llegar al Carrefour del Coll den Rabassa. Una vez allí, trataron de llevar a cabo un alunizaje y abrir un boquete en el edificio, en la zona de seguridad donde hay una cámara acorazada, estrellando una y otra vez el vehículo contra la pared. No lo consiguieron y se marcharon sin ningún botín. Pese a ello, la Policía Nacional se volcó en las pesquisas. Los investigadores examinaron a conciencia las grabaciones de las cámaras de seguridad que habían filmado el camión militar circulando por la Vía de Cintura y también chocando contra el complejo comercial.

Los asaltantes disponían de muy buena información del recinto y estaban estrechamente vinculados con la base militar, ya que pudieron entrar y salir de allí con cierta facilidad apoderándose del pesado vehículo. El camión estaba averiado, por lo que los atracadores también tenían conocimientos de mecánica, además de una amplia formación militar.

Botín de 170.000 euros

A la banda de paramilitares también se le achaca otro robo de película en el Carrefour del Coll den Rabassa. En junio de 2010, dos asaltantes, haciéndose pasar por empleados de mantenimiento enfundados en monos de trabajo y con una caja de herramientas, accedieron al edificio por una puerta trasera de seguridad sobre las ocho y media de la mañana. Los sospechosos fueron hacia la zona donde está la caja fuerte y encañonaron con un arma a la jefa de cajas, a la que inmovilizaron. Tras conseguir que les abriera la cámara, se apoderaron de un botín de unos 170.000 euros y se fugaron. El complejo aún no estaba abierto al público.

Ese mismo año, los ladrones volvieron a cebarse con Carrefour. Esta vez, llevaron a cabo un butrón para entrar en el centro comercial. Robaron cerca de 100.000 euros. En todos los casos, los golpes habían sido planeados con anterioridad y los asaltantes disponían de muy buena información.

Finalmente, en el verano de 2011, unos intrusos se descolgaron del techo del Carrefour de la calle General Riera de madrugada tras abrir un agujero en el techo y se apoderaron de material electrónico y pantallas planas de televisión. Lograron burlar las medidas de seguridad y actuaron con una gran rapidez. Equipados con cuerdas para poder descender su acción era digna de un comando militar. Este hecho encajaría con la banda de asaltantes desmantelada en febrero por la Guardia Civil. También les vinculan con otro asalto ocurrido en 2012 en una casa en Can Pastilla, donde robaron dinero y joyas.